Eugenio Derbez: “Me gustaría que la gente se dé cuenta de que pueden hacer una diferencia en el mundo”
El actor reflexiona sobre su rol en la nueva película dramática “Radical”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Conocido por su carrera en películas y series de comedia -tanto en su país natal México como en Hollywood-, Eugenio Derbez salió de su zona de comodidad en su nueva película “Radical”.
El filme relata la historia de Sergio, maestro que se ofrece voluntariamente para enseñar el sexto grado en la escuela elemental José Urbina López en la ciudad mexicana de Matamoros. Los estudiantes de esta escuela eran considerados como los más deficientes en todo el país y todo lo que los rodea es violencia y sufrimiento. Sergio aspira a mejorar las condiciones educativas de sus nuevos estudiantes al mostrarles que hay múltiples maneras de aprender y que soñar es el primer paso para obtener la vida que deseas.
¿Qué le motivó a aceptar este papel?
“El hecho de poder contar una historia tan positiva en un mundo lleno de noticias tan negativas. Sobre todo porque habla de mi país y siento que, de repente, debido a los noticieros, la gente está acostumbrada a ver únicamente las malas noticias que salen de México. Entre todas esas malas noticias hay gente como Sergio, quien desde su trinchera logra hacer un cambio no solamente en él, si no que también en todos los niños que estaba educando y estoy seguro que a su vez esos niños harán un cambio en el mundo gracias a ese maestro que los inspiró. Entonces ese tipo de historias para mí se han vuelto una necesidad de contar, se ha vuelto una meta en mi carrera. No solamente entretener y hacer reír, sino también dejar un mensaje y si es posible poner mi granito de arena para que este sea un mundo mejor.”
Hablando un poco más acerca de su desarrollo en el papel y tomando en cuenta que el personaje estaba lidiando con situaciones tan impactantes, ¿cuál cree que fue la parte más demandante para usted al interpretarlo?
“Fíjate que llegué a la filmación con muchas dudas, porque estoy más acostumbrado a hacer comedia y sentía una gran responsabilidad de estar haciendo un drama y sobre todo acerca de una historia que es real, con gente que todavía existe y van a ver la película. Eso me tenía muy presionado ya que tengo que contar esta historia y tengo que ser lo más certero en tener mucha verdad para todo lo que estoy haciendo. Estaba totalmente fuera de mi zona de confort. Luego el director me dijo: ‘No quiero que te pongas nada en la cara, ni que te cambies el peinado, quiero que todo venga de adentro’. Entonces yo todos los días me tomaba el papel muy enserio y, de hecho, recuerdo que mi mujer en algún momento me preguntó: ‘¿Qué tienes, porque te noto muy raro?’ y le digo: ‘Es que estoy deprimido porque siento que la película me está jalando para ese lugar. Pero no quiero salir de ahí, porque siento que ahorita tengo que estar en este mood’. Y así estuve dos meses pasándola sólo en un lugar muy difícil, porque filmar en esos basureros (esos escenarios que ves son reales) fue muy difícil de filmar, pero creo que el mismo lugar, el ambiente y todo me ayudaron para tener una mejor actuación en la película.”
Y tocando el tema de ese cambio entre hacer papeles de comedia y estar más cómodo en ese aspecto versus hacer este papel más dramático, ¿qué métodos utilizó para motivarse o tal vez para mantenerse en ese estado mental como actor?
“Pues te digo, estoy tan acostumbrado a estarme riendo todo el tiempo y aquí no. Era una combinación rara porque tenía que estar divirtiendo a los niños, tenía que estar jugando con los niños constantemente para tenerlos entretenidos, para ser su amigo. Pero de repente venían escenas serias y me costaba mucho trabajo porque yo estaba tratando de concentrarme, de pensar en las cosas tristes por las que estaba pasando mi personaje y conectar con esa parte emotiva. Y de pronto llegaban los niños a querer jugar conmigo porque tenían que conectar conmigo para lograr tener una relación, un ‘bonding time’ como dicen. Entonces era muy difícil entrar y salir, queriendo concentrarme para la escena. Y los niños, que no eran niños actores, querían jugar, hacerme una pregunta o quererme llevar a un juego y les decía [riendo]: ‘No, ahorita no, por favor’. Pero tenía que estar entrando y saliendo de la emoción para poder conectar con los niños y con el personaje.”
Esos actores jóvenes con los que tuvo la oportunidad de actuar durante la película son megatalentosos y se destacaron de manera excelente en esta cinta. ¿Cuál fue su parte favorita de haber podido trabajar con ellos?
“La escena de la cisterna, en la que los niños me meten al agua. Ese día por alguna razón nos divertimos mucho. La verdad la estábamos pasando muy bien, estaban los niños muy emocionados e igual yo. Un poco de frío ya que el agua no estaba muy caliente que digamos, pero esa fue mi escena favorita quizás.”
Esta película es muy inspiradora y le hablará tanto a las audiencias generales como a los maestros o a aquellos que deseen ser maestros. ¿Qué mensaje espera que las audiencias se lleven al verla?
“Yo quiero que la gente se dé cuenta de que no importa qué tan difícil pueda ser tu entorno, si tú quieres puedes hacer un cambio en la sociedad. Si tú quieres puedes hacer un cambio en el mundo. La cosa es quererlo, intentarlo. Con un poco de ingenio, con mucha pasión y con ganas de hacerlo, desde tu trinchera, aunque sea poquito, puedes crear un gran cambio en la sociedad. Este hombre, Sergio, sin recursos, sin ni siquiera libros en la biblioteca para enseñarle a los niños, pero con mucho ingenio y con muchas ganas se puso a investigar y logró llevar a estos niños a que fueran los primeros a nivel nacional y les cambió la vida. Y eso es lo que queremos comunicar. Me gustaría que la gente se dé cuenta de que trabajen en lo que trabajen, creo que pueden hacer una diferencia en el mundo y en su vida si lo intentan en lugar de victimizarse. Aunque no tengas nada, si quieres puedes.”
Una de las escenas que más me impactó durante la película fue la escena en la que el padre de una de las estudiantes se da cuenta de una herramienta científica que creó su hija y esto lo lleva a la realización de que su niña es muy inteligente, pero ellos se encuentran en una situación económica muy difícil. ¿Cómo cree que ese tipo de mensaje y ese tipo de situación le va a hablar a los padres cuando vean la cinta?
“Yo creo que todos los papás se van a sentir muy inspirados y creo que todos queremos que nuestros niños triunfen. Pero en el caso de esta película y esa escena en específico, el papá no quería que el maestro le prometiera cosas que no le iba a cumplir, no quería que la emocionara demasiado y que le hiciera soñar cosas que su hija no iba poder alcanzar. Pero de repente cuando se da cuenta que su hija tiene el talento para llegar lejos es un momento precioso porque el papá se da cuenta de que su hija tiene un futuro y que con educación, su hija puede salir literalmente de ese basurero en el que vive. Es un momento muy inspirador y de los más lindos de la película, así es que tienen que verla.”
“Radical” estrena este jueves 19 de octubre en las salas de Fine Arts.