El sepelio del “Tío Nobel” será este miércoles en Miami
El recordado personaje de la televisión infantil falleció ayer, lunes, a la edad de 92 años.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Los actos fúnebres del legendario “Tío Nobel” se llevarán a cabo este miércoles en una iglesia y cementerio cercano al que fue su lugar de residencia en la ciudad de Miami, en Florida, según detalló la esposa en una comunicación escrita.
Nadine Zayas indicó que Nobel Vega falleció ayer, lunes, “muy tranquilo, en paz y casi durmiendo”, a las 9:15 de la mañana. Tenía 92 años de edad.
“Ya él se sentía cansado, me lo expresó varias veces: ‘Me quiero ir, ¡estoy cansado! No me he ido, porque no he querido dejarte sola’. Entonces, yo le dije: ‘No te preocupes, que yo voy a estar bien’”, compartió la esposa.
“Estuve rezando con él y acariciándole el pelo y las manos… Como a las 6:30 de la mañana me quedé dormida… Ayer (el domingo, en horas de la tarde) yo me le acerqué al oído y le dije: ‘Si estás cansado, vete… ¡Yo voy a estar bien! Tú me has enseñado muchas cosas y yo voy a ponerlas en práctica. No te preocupes por mí. Si te quieres ir, vete tranquilo’. Estando en el Santísimo le dije a Dios: ‘Señor, me lo regalaste tantos años… ¡Llévatelo cuando quieras y cuando lo necesites contigo!”, agregó Zayas.
A las 9:30 de la mañana, relató, la ayudante de la casa y quien ayudó a cuidar a Vega se le acercó para decirle: “’No te pongas mal, pero Nobel se fue’. Me levanté atacada y, cuando lo toqué, ya estaba frío y pálido. Se fue tranquilito, se fue casi durmiendo“.
El animador y presentador infantil cubano, quien trabajó dos décadas en la pantalla chica de Telemundo y TeleOnce, y tantas sonrisas dibujó en los miles de rostros infantiles que visitaron su popular programa de juegos televisivos, siempre tuvo presente a la isla de Puerto Rico en su corazón.
En el año 2015 Nobel Vega sufrió un derrame cerebral.
“Ya Nobel iba para los 93 años de edad (21 de agosto). Para él, Puerto Rico representaba tantas cosas lindas… representaba felicidad y familia. Nobel quiso mucho, mucho, mucho y mucho a Puerto Rico. Siempre me decía: ‘Los puertorriqueños tienen un corazón tan grande, ojalá y los cubanos lo tuvieran también’”, dijo la esposa sobre lo que escuchaba de su esposo.
“Nobel era un hombre muy noble de corazón, era muy buen amigo y era muy espiritual. Tengo el privilegio de haberlo encaminado en ese mundo, con la gracia de Dios. ¡Yo fui la mujer más feliz del mundo! Fue una felicidad increíble”, puntualizó.