Fue apenas el 17 de septiembre que “El juego del calamar” entró al catálogo de Netflix, pero no ha necesitado mucho tiempo para convertirse en una máquina de récords. Actualmente, la serie coreana es la más exitosa que se haya estrenado hasta la fecha en la plataforma con un total de 132 millones de espectadores logrados en su primer mes. Con semejantes cifras, cualquiera podría imaginar que la vida -sobre todo económica- de su creador ha cambiado por completo, pero en una reciente entrevista, este sorprendió con su respuesta.

En el reportaje del diario británico “The Guardian”, primero se explica que “El juego del calamar” o “Squid Game” le habría generado a Netflix ganancias por $900 millones, una cifra aún más impresionante si consideramos cuánto costó producir y filmar esta serie de 10 capítulos: la modesta suma de $21 millones.

Pero, cuando al director y creador de la serie Hwang Dong-hyuk le preguntan directamente si el éxito de la serie lo ha hecho rico, este responde con una carcajada. “No me he hecho rico, pero tengo dinero suficiente para poner comida en la mesa. No es que Netflix me vaya a pagar un bono por el éxito de ‘El juego del calamar’. Netflix me pagó lo que acordamos en el contrato”, dijo el artista surcoreano.

Aunque Hwang Dong-hyuk no da más detalles sobre el trato que cerró con Netflix, deja abierta la posibilidad de una segunda temporada en la que seguramente sus condiciones serán muy diferentes a las originales. Pues, cuando entregó el guion de “El juego del calamar”, tenía como anhelo ser puesto en la posición número uno en Netflix Estados Unidos, aunque sea por un día.

“Pero logramos mucho más que eso. Somos la serie más vista en Netflix de todos los tiempos. Es realmente una sorpresa, pero eso demuestra que la audiencia global se ha visto reflejada en el mensaje que quería llevar”, declaró el director.

“Por supuesto que hay conversaciones con Netflix para una segunda temporada. Es inevitable por el éxito que ha tenido. Y lo estoy considerando. Tengo unas imágenes muy ambiciosas en mente, pero todavía no las voy a trabajar. Hay una película que realmente quiero hacer. Estoy decidiendo cuál hacer primero y discuto con Netlfix sobre ello”, explicó el cineasta.

El drama del creador

El creativo surcoreano también explicó en “The Guardian” que escribió el guion de “Squid Game” en el 2009, cuando tenía 38 años y atravesada el momento económico más complicado de su vida. Compartía la casa con su madre, al igual que Seong Gi-Hu, el personaje protagónico de su famosa historia, pues no tenía trabajo, pero sí una deuda bancaria.

“Estaba muy mal económicamente. Mi madre se jubiló de la empresa para la que trabajaba y yo estaba trabajando en una película, pero no conseguí financiamiento. Así que no pude trabajar durante aproximadamente un año. Tuvimos que pedir préstamos mi madre, mi abuela y yo”, relató.

En ese momento, encontró inspiración en cómics de supervivencia como “Battle Royal” y “Liar Game”. “Me veía reflejado en los personajes, desesperados por dinero y éxito. Fue un punto muy bajo en mi vida. Si hubiera existido un juego de supervivencia como este, me pregunto si yo me hubiera inscrito para conseguir dinero para mi familia. Allí caí en cuenta que como director de cine que soy, puedo ponerles mi propio toque a estas historias y así empecé un guion”, dijo sobre los orígenes de “El juego del calamar”.

Pero, si crear la serie fue un proceso relativamente sencillo y de catarsis, hacerla realidad fue un proceso tan extenuante que le llevó a perder 6 dientes.

“Fue tan desgastante emocional y físicamente. Todo el tiempo tenía nuevas ideas cuando revisaba los episodios y rodábamos, así que el trabajo se multiplicaba”, explicó el director sobre el estrés laboral que finalmente rindió frutos impensados.