Personas de distintos pueblos de la Isla y hasta excursiones escolares se organizaron para atestiguar lo que, en principio, pareció una locura del productor Tony Mojena: La casa de cristal.

El modelo de televisión real o reality show era básicamente inexplorado en la pantalla local, por lo que la posibilidad de entrar a la intimidad de otra persona despertó la curiosidad inmediata y quizás hasta el morbo de los puertorriqueños.

La casa de cristal estrenó dentro del programa Atrévete, que transmitía Telemundo de Puerto Rico. Tuvo la primera de cuatro ediciones en el año 2002 con la participación de Nydia Tarraza, una mujer que se ganó el corazón de sus coterráneos por su sencillez.

“Nydia siempre fue una muchacha humilde, se mostró que sí lo podía lograr”, expresó el productor Jerry Ortega.

La idea del encierro ante los ojos de los demás surgió de un reportaje que leyó Tony Mojena durante un vuelo. Trataba sobre un experimento de la conducta humana “para ver cuánto aguantaba la persona ante las miradas de la gente”.

La salida de Nydia Tarraza después de 56 días de encierro movibilizó cerca de 15 mil personas hasta el estacionamiento del centro comercial Montehiedra Town Center.

Esa noche el programa alcanzó 54 puntos de rating, una cifra histórica para la televisión local.

“Verdaderamente fue un reto brutal”, recordó Tony Mojena.

La casa de cristal se extendió por otras tres ediciones. La segunda la protagonizó Carlos Javier Díaz en Plaza Carolina.

La ubicación de la “casa” en el interior del mall permitía que el público pudiera observarlo desde todos los ángulos, excepto el baño, que siempre fue el espacio completamente privado para los participantes, quienes ganaban sobre $5 mil y otros premios.

Para la tercera edición, el reto se multiplicó con la participación de tres personas, dos mujeres y hombre.

La convivencia entre Brenda Vives, Ángel Rivera y Leida Vargas enseguida dio de qué hablar.

Las discordias entre ellos y el posterior romance entre los ganadores, Brenda Vives y Ángel Rivera, fue tema aun fuera de la casa, específicamente en el tribunal.

Brenda Vives presentó una denuncia por violencia doméstica contra su compañero de competencia.

Es con Brenda Vives con quien aún Tony Mojena ha tenido más contacto, pues con frecuencia la encuentra en el aeropuerto, donde labora para una línea aérea.

La cuarta y última edición de La casa de cristal fue una verdadera locura.

En esa ocasión, el reto tuvo lugar en un concesionario de autos en la avenida Kennedy con dos parejas participantes.

Francisco Vassallo y Ruth Vélez, y Raymond Albino y Natacha Rodríguez aceptaron el reto que terminó con el casamiento de cada pareja.