Cuando la naturaleza llama
Luego de una pausa de cinco años, Harrison Ford retorna a la pantalla grande con “The Call of the Wild”
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Toda persona que tiene una mascota sabe que los animales tienen un gran significado en nuestro hogar, pues su lealtad los hace formar parte de nuestra familia.
Esta es precisamente la conexión que establece la película The Call of the Wild, la propuesta más reciente de 20th Century Studios, legendario estudio de cine que estrena nuevo nombre tras haber sido adquirido por Disney el año pasado.
Esta cinta está ambientada a finales del siglo 19, en las salvajes tierras del Yukón, donde se desata la fiebre del oro en Alaska. Esta divertida historia llena de lecciones y aventuras para toda la familia entrelaza dos historias, que más adelante se convertirán en un gran lazo de amistad.
La historia se centra en la vida “Buck”, un perro travieso que ha pasado de tener una vida doméstica a ser secuestrado para convertirlo en un perro de trineo por los buscadores de oro.
Más adelante este perro guardián conoce a “John Thornton” (Harrison Ford), un hombre solitario y de los pocos humanos que es amable con él. No obstante, “Thornton” y “Buck” forman un vínculo de amistad y juntos vivirán aventuras inolvidables llenas de retos para llegar a donde nadie antes había llegado.
Esta historia también toca puntos muy importantes como la explotación animal por los buscadores de oro y la lealtad que los perros pueden sentir por las personas que los defienden, tal como lo fue el caso de “Buck” y “Thorton”, enseñándonos de esta forma, cuán fuerte es la relación que un ser humano puede llegar a tener con su mascota.
Con una gran actuación, aunque diferente a los que nos tiene acostumbrados, el actor Harrison Ford aprovecha la oportunidad no solo para lucir en secuencias de acción a sus 77 años, sino además para llevar un mensaje contundente sobre la condición humana, explorada mediante su relación con los animales.
Basada en el clásico literario de Jack London de 1903, The Call of the Wild combina acción “live action” y animación en computadora con resultados más convincentes de lo que los adelantos habían prometido.