¿Un pueblo con vibras góticas, lleno de misterio, enfocado en el 1830 y con Christian Bale como detective? ¡Cuenta conmigo!

El largometraje The Pale Blue Eye es la más reciente propuesta para Netflix del director Scott Cooper. Tan pronto supe de esta cinta, la asimilé con de una de mis películas favoritas durante la niñez, Sleepy Hollow.

¿Por qué hago esta comparación? Porque ambas están enfocadas en un pequeño pueblo de Nueva York, ocurren muertes inusuales, hay un detective envuelto y la paleta de colores junto a la cinematografía tienen un parecido.

The Pale Blue Eye es lo suficientemente entretenida como para mantenerte intrigado hasta el final, principalmente gracias a Christian Bale quien, como de costumbre, se inmersa en su personaje. Bale es uno de esos pocos actores que siempre lleva su interpretación a otro nivel, y en esta cinta no fue la excepción.

“Augustus Landor” (Christian Bale) es un renombrado detective quien es llamado para resolver un crimen espeluznante en la academia militar de West Point en Nueva York, donde un cadete es encontrado muerto. Después que el cuerpo llega a la morgue, se descubre que el corazón del joven ha sido extraído. Los líderes de la academia militar recurren a Landor para tratar de que el nombre de West Point no se manche ante semejante situación. En la búsqueda de encontrar a los culpables, Landor solicita ayuda de un cadete excéntrico y aficionado a la poesía llamado “Edgar Allan Poe” (Harry Melling.)

Cabe destacar que las capas que le brindaron al personaje de Bale, fueron fenomenales. Con su actitud misteriosa y pasiva desde el inicio, puedes deducir que es un manipulador pasivo, de esos que logran conseguir lo que quieren sin que los demás se den cuenta.

El elenco de esta cinta me intrigó ya que varios actores se parecían físicamente. No tan solo eso, la mayoría tenía ojos azules; aportando su toque a la paleta de colores de la cinta. Un personaje que irrita pero fascina en la interpretación de Harry Melling como “Edgar Allan Poe”. Tanto sus actitudes, facciones, gestos, manera en expresarse equivalen a un poema andante.

La cinematografía de Masanobu Takayanagi es impecable. No obstante, la historia comienza a decaer y se torna un poco floja. Ni con las cortas actuaciones de diferentes actores como Gillian Anderson, Lucy Boynton, Robert Duvall, Timothy Spall, Toby Jones, entre otros, se salva. Lo único que rescata la trama final es el giro que le dan a lo último del cual, obviamente, no hablaré para no caer en spoilers.

La nueva propuesta de Netflix se encuentra ya disponible en la plataforma.