“Civil War”: Mirada necesaria a un crudo futuro posible
Ya se encuentra en las salas de cine.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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En estos tiempos de inestabilidad política y social se hace cada vez más difícil hablar acerca de temas importantes, pues se trata de asuntos que podrían considerarse como detonantes emocionales. Este sentimiento se ha esparcido por las audiencias y ha llegado a tal punto de que a muchos les disgusta y rechazan las películas o series que incluyen algún argumento o perspectiva de este tipo.
Sospecho que esto es exactamente lo que motivó al escritor y director Alex Garland a desarrollar su nuevo proyecto “Civil War”; mientras veía el filme no podía creer el nivel de inteligencia detrás de sus decisiones con la narrativa. Garland encontró una manera de hablarnos con urgencia acerca de distintos conflictos sin caer en las técnicas que en algún momento funcionaron, pero que se han vuelto clichés en las películas políticas.
“Civil War” nos convierte en pasajeros de un viaje por carretera protagonizado por cuatro fotógrafos de guerra que se dirigen a Washington, D.C. con los deseos de entrevistar al presidente de los Estados Unidos antes de que escale el conflicto nacional más grande jamás visto en la historia del país.
El hecho de que esta historia es vista a través de los ojos de miembros de la prensa es crucial, ya que provee un nivel de imparcialidad (algo que en sí se convierte en un comentario acerca de las condiciones actuales en las que se encuentra esta industria).
No se nos ofrece información acerca de cómo comenzó el conflicto que llevó a una guerra civil estadounidense ni tampoco se nos dice qué es lo que creen cada lado. Por lo tanto, no hay oportunidad para que tu mente decida quiénes son los “malos” o “buenos”. Esto se hace con el propósito de enfocarnos meramente en las consecuencias espantosas de la guerra.
Como si esto no fuese suficiente, para agitar aún más las posibles teorías y conclusiones que las audiencias pudieran tener acerca de la naturaleza del asunto dentro de esta película, la única información que sí se nos ofrece es que los estados de Texas y California se han unido como aliados, una idea ligeramente graciosa para cualquiera que sepa al menos un poco de la política del país. Ese recurso te pone a preguntar qué es lo que pudo haber ocurrido para que una unión como esta ocurriera.
La cinematografía es excelente y logra capturar de una forma impecablemente perturbadora el lado horrendo de la humanidad. Un momento que expresa ese lado por igual y lo eleva con un suspenso increíble es la escena que comparten los personajes de Kirsten Dunst y Jesse Plemons, pareja de esposos en la vida real. En la misma, el personaje de Plemons cuestiona la ciudadanía de varios de los personajes mientras los amenaza con un rifle de asalto y les hace la pregunta: ¿Qué clase de americano eres? Línea superimpactante ya que refleja a la perfección el prejuicio y sentimiento perverso que muchos individuos aún tienen hacia inmigrantes en los Estados Unidos.
El resto del elenco, que incluye la participación de Wagner Moura, Nick Offerman, Cailee Spaeny y Stephen McKinley Henderson, es muy bueno. Muchos de quienes ya han visto el filme han alabado la interpretación de Kristen Dunst como “Lee” y ciertamente es una de las mejores en su carrera, pero quien causó una impresión más grande en mí fue Spaeny como “Jessie”. La joven actriz interpreta un personaje que aspira ser fotógrafa de guerra y durante el progreso de la cinta se da cuenta de lo que eso le costará en un mundo que es difícil de observar. La pérdida de la inocencia de Jessie es lamentable y el experimentar su insensibilización me llevó a pensar en las nuevas generaciones de la humanidad y en cuánto ellos tendrán que sacrificar emocionalmente para sobrevivir en un mundo tan crudo.
“Civil War” es una de esas películas necesarias de asistir para poder vernos en ese espejo y darnos cuenta de hacia dónde nos dirigimos si no comenzamos a actuar desde ahora. El filme ya está disponible en cines.