Se mudó a Nueva York en su adolescencia, pero el orgullo ponceño sale a relucir tan pronto inicia la entrevista. El amor por sus raíces boricuas lo tiene bien claro.

Se ha dado a conocer como actor principalmente por papeles de villano, pero la simpatía y la amabilidad resaltan al conversar con Berto Colón. El aspecto rudo de “Lorenzo Tejada” en Power Book II: Ghost, o de “César Velázquez” en Orange Is The New Black, distan mucho de su naturaleza jovial y serena.

“Me da mucha alegría lo que estoy viviendo, momentos bonitos. La gente está muy contenta con el trabajo que estoy haciendo”, expresó el actor a Primera Hora mediante videollamada desde su hogar en Nueva Jersey, donde reside con su esposa, Lara, y sus hijas, Sofía y Laila, de 13 y 12 años, respectivamente. “Pero a mí me enseñaron la humildad”, añadió al hacer referencia a su trato con el público que lo saluda en su interacción diaria en la calle, o que le escribe en las redes sociales.

Al rememorar cuando fue seleccionado para trabajar en la galardonada serie Orange Is the New Black, resalta lo que representó esa oportunidad dentro de sus aspiraciones por sobresalir en la actuación.

“Ahí fue que el cantazo verdaderamente dio, porque ese show fue algo que fue global”, dijo. “Me recuerdo mucho de esa audición porque en esos momentos el streaming de Netflix no era nada. Había solamente ¿qué?, ¿tres shows?, y nadie sabía de los shows”, repasó pensativo. “Eso verdaderamente le abrió las puertas a muchas personas, incluyéndome a mí”, resaltó, y compartió que previamente la experiencia actoral se centraba más en comerciales y voice overs.

Orange Is The New Black fue la primera que me sacó adelante, me dio la exposición necesaria para estar entonces a otro nivel. Fue muy nombrada, creo, por dos cosas. No solamente lo nuevo y la plataforma del show, sino también por lo revolucionario que fue. Tiene un personaje que me dio la oportunidad de ser completamente libre con mi creatividad”, manifestó. “Ese papel de ‘César Velázquez’ era solamente para tres episodios. Cada vez que iba al trabajo me ganaba algo más y algo sucedió y la historia siguió desarrollándose”.

Pero mucho antes de esa experiencia, en sus días como universitario, era el fútbol americano el que se mantuvo por un tiempo como su enfoque para sobresalir a nivel profesional.

“Sufrí una lesión en la universidad. Esa lesión en la rodilla me empezó a aclarar que el sueño de la NFL (National Football League) ya no se iba a dar”, lamentó. Pero valora que lo encaminó a seguir su otra pasión. “Es algo que siempre estuvo on the back of my head (en lo profundo de mi mente), porque desde chiquito yo era bien lucío”, confesó entre risas. “Viviendo en Nueva York no es difícil encontrar talleres, diferentes sitios para estudiar actuación, buscarse un agente”.

Como suele suceder en esta rama tan competitiva, tocar puertas se convirtió en un reto. “Es un camino bastante difícil”, afirmó. “Pero a medida que llegan los trabajitos, ahí es que uno empieza a coger un poquito más de impulso y empieza a elevarse”, compartió quien también ha tenido papeles en series como Chicago PD, NCIS: New Orleans y Show Me a Hero, entre otros proyectos.

En el presente, disfruta a plenitud su personaje para la serie Power Book II: Ghost, de Starz, que estrenó su primera temporada en 2020, y para la que Berto repite en una segunda, que inició en noviembre de 2021.

El drama ambientado en Nueva York, que sigue tras el final de la serie Power, presenta los conflictos de “Tariq St. Patrick” (Michael Rainey Jr.), quien encara el anhelo de sacar a su madre de prisión, pero en su intención, termina repitiendo el legado de su padre fallecido, de envolverse en el negocio de las drogas en busca de dinero para pagar los gastos del abogado.

“Hice un show que se llama When They See Us, con Ava DuVernay”, dijo sobre el papel del guardia “Simon” que se inspira en un hecho real en 1989, cuando cinco adolescentes afroamericanos fueron procesados injustamente a nivel penal por el abuso sexual a una mujer tras un confuso incidente en Central Park. “Era bien particular porque él (‘Simon’) era un abusador, pero tenía unas cualidades, por dentro podía ser bueno también cuando quería, o disfrazarse de bueno. Era un papel complejo con múltiples niveles. Cuando llega la audición de Ghost, esa es una de las cosas que me dijo Courtney (A. Kemp, creadora y productora), que le gustó mucho mi desempeño”.

Aunque audicionó para otro papel, fue seleccionado para representar al esposo de “Monet” (Mary J. Blige). “También es un papel que tiene su complejidad porque es un tipo que vive como una doble vida. Es un protector. Quiere a sus hijos. Es un esposo que protege a los suyos, pero a la misma vez, es un matón”.

El lado humano

En numerosas ocasiones, Berto Colón ha sido abordado sobre si siente que contribuye a perpetuar el estereotipo del latino problemático en los papeles que representa. Pero el actor confesó que prefiere enfocarse en dar credibilidad y humanidad al papel, fuera de juzgarlo o concentrarse en las críticas.

“Primero que nada, yo estoy en una posición diferente ahora”, dijo con relación a no contar con un abanico de propuestas, pero se siente confiado en que eventualmente, “voy a tener muchas oportunidades de elegir”, sostuvo convencido. De momento, sigue apostando a presentar el mejor desempeño.

“No es juzgar al personaje, sino buscar la humanidad del personaje y tratar de hacerlo lo más creíble la posible”, analiza. “Para mí todo personaje tiene cierta humanidad. Sería ideal que la gente se pueda enfocar en lo que es humano de esos personajes que estoy tratando de hacer. Estereotipos existen y vienen de realidades. Mi trabajo es recrear una cierta realidad. Somos artistas. Si no te gusta de la manera en que están haciendo el estereotipo, haz el cambio tú mismo. Sé un líder de tu comunidad. Trata de vivir una vida ejemplar. Y al fin y al cabo, esto es un show. Esto es simplemente arte imitando la vida”, expresó el actor, quien a la par con sus esfuerzos por trabajar como actor, por muchos años laboró como bartender.

“Tuve mucha suerte porque fui bartender de unos clubs de Nueva York brutales. No era la carrera ideal que quería, pero me permitió ayudar económicamente como esposo y padre de mis hijas. Me dio la oportunidad en los días para la búsqueda de lo que realmente es mi sueño, por ser un trabajo en la noche”, expuso con cierta nostalgia, y agregó que logró incluso destacarse a nivel ejecutivo para una marca reconocida de vodka.

“Estuve trabajando hasta abril del año pasado porque es esa mentalidad que siempre he tenido, de asegurarse uno siendo padre. Ya yo no podía estar cogiendo tres meses, siete meses libres y ser ‘Mr. Mom’ y dejarle a mi esposa todos los billes (cuentas). Yo no voy a depender de nadie nunca, y no es por orgullo, sino por necesidad”.

Antes de concluir, reiteró su amor por la tierra donde comenzaron sus primeros pasos, y la que visita con frecuencia con su familia, pendiente a arraigar en sus hijas el amor por sus orígenes.

“Me enorgullece todo de esa isla. Siendo tan chiquita ha dado tantas cosas buenas. No hay nada de este mundo que un boricua no haya resaltado, músicos, pintores, deportistas. Para mí es una de las cosas que más me enorgullece. Es una cultura fenomenal. Es un paraíso. Esa islita para mí significa mucho”.