Tiene 21 años y es la estrella de “The Last Of Us”, uno de los mayores fenómenos televisivos de todos los tiempos. Sin embargo, su interpretación de “Ellie” en el drama apocalíptico no es lo único que dio que hablar.

Mientras que en 2023 se declaró una persona no binaria, Bella Ramsey reveló que tiene trastorno del espectro autista (TEA), diagnóstico que descubrió en el set de la exitosa serie de HBO Max. La joven actriz habló abiertamente sobre su condición en una reciente entrevista con la revista British Vogue, que saldrá en la edición de abril, cuando se celebra el mes de concienciación sobre el autismo.

“Ya he hablado un poco sobre la neurodivergencia, pero por alguna razón siempre me resistía. Sentía que no quería decir de qué se trataba”, sostuvo quien en unas semanas será la portada de la prestigiosa revista.

“Me diagnosticaron trastorno de espectro autista cuando estaba filmando la primera temporada de ‘The Last of Us’ ”, continuó la protagonista en referencia a los episodios que se rodaron en Alberta, Canadá, entre julio de 2021 y junio de 2022.

Lejos de sentirse abrumada, Bella -que por aquel entonces tenía 18 años- aseguró que enterarse de esta condición fue “liberador”.

“Me permite caminar por el mundo con más tranquilidad al no ser capaz de hacer las tareas cotidianas fáciles que todos los demás parecen ser capaces de hacer”, explicó.

El TEA es una condición neurológica y del desarrollo que afecta la forma en que las personas interactúan con los demás, se comunican, aprenden y se comportan.

Fue precisamente un miembro del equipo de la serie, que tiene una hija con TEA, la que advirtió ciertas señales en Ramsey que la llevaron a hacer una consulta con un especialista. Por ejemplo, durante el rodaje en Canadá llamó la atención que Bella llevaba “demasiada ropa en el cuerpo” debido a sus problemas sensoriales.

A pesar de las limitaciones que esta condición puede tener en su vida cotidiana, Ramsey aseguró que tener TEA es una herramienta útil para su carrera actoral.

“Siempre he estado observando y aprendiendo de la gente. Tener que aprender a socializar e interactuar con la gente que me rodea me ha ayudado con la actuación”, remarcó quien en el “set” tiene todo un equipo que la contiene.

“Me dicen qué ponerme, cómo y dónde pararme y qué comer”, reveló. “Mi experiencia al moverme por el mundo es la de una persona con TEA. No hay razón para que la gente no lo sepa”, advirtió sobre su decisión de hacerlo público.

Descubrimiento y liberación

En 2023, la exestrella de “Games of Thrones” también sorprendió a sus “fans” al hablar sobre su sexualidad y declararse una persona no binaria (término utilizado para describir a una persona cuya identidad de género no se encuadra dentro de las categorías tradicionales de masculino y femenino). De hecho, reveló que mientras rodaba el drama apocalíptico de HBO, usó una faja en el pecho aproximadamente el “90%” del tiempo.

“La etiqueta de tener TEA me ha sido muy útil porque me ha ayudado a comprenderme a mí misma, pero en cuanto a género y sexualidad, las etiquetas no me resultan cómodas en ningún sentido, porque siento que me estoy encasillando. Me siento atrapada”, advirtió. “Parte del trabajo de ser actor es que se supone que debes tener una respuesta a cada pregunta que te hacen. Pero en realidad la respuesta puede ser: ‘No lo sé y no estoy listo para hablar de eso’, y eso es algo que todavía estoy descifrando”, agregó.

Si bien prefiere no usar pronombres, Ramsey aseguró que lo que más le molesta es que la llamen “jovencita”.

“Simplemente, no lo soy”, dijo molesta.

Sin embargo, aseguró que se siente cómoda interpretando personajes femeninos como fue, por ejemplo, su papel en “Catherine Called Birdy”.

“Me sentí superpoderosa. Interpretar estos personajes más femeninos me da la oportunidad de ser algo completamente diferente a mí misma y es realmente divertido”, expresó. Durante la conversación con la edición británica de Vogue, Ramsey admitió que le da cierta envidia saber que las personas que no son públicas tienen el privilegio de navegar por su sexualidad como quieran.

“Me da un poco de envidia que personas que no son públicas puedan explorar su identidad de género o sexualidad en privado. Es un privilegio que ya no tengo. Si quisiera explorar otras cosas, como facetas de mi identidad de género, por mucho que intente mantenerlo en privado sería imposible. Si alguien me reconoce en la calle y me toma una foto, entonces simplemente se hablará de ello”, concluyó.