El sueño de Alexandría se ha ido convirtiendo en una horrible pesadilla que ni siquiera despertando tendría fin. 

Así, en el más reciente episodio de la sexta temporada de The Walking Dead vimos cómo la alienación de este grupo de suertudos sobrevivientes, escondidos tras murallas de metal, se convirtió en simplemente un montón de personas torpes, sin destrezas para sobrevivir. 

Ah, y por supuesto, no supimos nada de Glenn por segunda semana consecutiva. 

Ojo, si no has visto el episodio, NO leas esta reseña pues contiene muchos spoilers. 

Comenzamos. El capítulo de anoche se concentró en este pedazo de comunidad que ha sobrevivido al Apocalipsis casi por suerte, y que ahora ve como la falta de "entrenamiento " los convirtió a todos en inútiles alimento para los walkers. Y muchos de los habitantes del pueblo quieren seguir viviendo en su burbuja de enajenación y falsa seguridad a pesar de lo que está pasando. El grado de enajenación es tal que algunos de ellos lo que quieren es robarse la comida almacenada, por aquello de comer bien y ver televisión mientras el mundo cae a su alrededor. 

¿Pero porqué están de brazos caídos?

Pues "Rick" llegó corriendo a Alexandría con media manada de walkers detrás de él. No sabemos de dónde "Rick" saca tanta energía, pero el hombre es como el conejo de aquella marca de baterías, que sigue, sigue y sigue. 

Con la llegada de "Rick", Alexandría quedó rodeada por miles de walkers y sus asustados habitantes comenzaron a mostrarse como realmente son, unos cobardes. 

"Deanna", la mujer a cargo de la comunidad se enfrenta así a todo lo que estuvo evitando desde que comenzó el caos zombie y comienza un viaje mental sobre lo que hará para mantener a flote Alexandría. Spencer, el hijo que le queda, por su parte, está en las de darse por vencido y posiblemente represente un problema próximamente. 

"Maggie ", atormentada por no saber de "Glenn" se prepara para hacerle frente a los walkers y salir a buscarlo. Pero, "Aarón" no piensa dejarla sola y busca cómo ayudarla. 

Así terminan en un alcantarillados antiguo donde son atacados por dos walkers superpodridos. "Maggie" no puede ni siquiera sacárselo de encima pues cada vez que lo empuja se queda con un pedazo de carne podrida en la mano. Aquí es que uno se pregunta, ¿si los walkers se siguen pudriendo, cómo pueden seguir caminando y atacando...?

Nada, volviendo al capítulo, "Denise", que es uno de los nuevos personajes, trata de convertirse en la doctora de la comunidad lo que obviamente la agobia. Pero, ahí está Tara para darle palabras de ánimo, y al parecer algo más. 

No supimos nada de Daryl, Sasha, Abraham, ni de la misma Carol en este programa. 

Lo que sí supimos es que finalmente la tensión entre "Jessie" y "Rick" encontró su válvula de escape pues terminaron besándose.  

A ver qué pasa cuando Ron se entere que su madre está con el hombre que mató a su padre. 

Lo más revelador del episodio fue que Maggie le dijo a Aarón que está embarazada y que por fin Deanna mata un walker.