John Krasinski, cuya película “A Quiet Place Part II” (“Un lugar en silencio: Parte II”) es uno de los estrenos de estudio más importantes que llegan exclusivamente a cines este año, volvió él mismo al cine recientemente.

Krasinski proyectó la película para sus suegros en Londres, y la experiencia fue inesperadamente conmovedora.

“Para mí es un santuario, para empezar. Es uno de mis lugares favoritos. Emily y yo salimos al cine casi todas las semanas”, dice Krasinski, refiriéndose a la actriz Emily Blunt, su esposa. “Pero volver esta vez tuvo mucho más peso. Ver mi película allá arriba se sintió más emotivo debido a todo lo que esperamos”.

La espera por “A Quiet Place Part II” ha sido tan larga como la pandemia. Su estreno era inminente cuando la aparición del COVID-19 cerró los cines de Estados Unidos. Había tenido su premiere el 8 de marzo de 2020 en Nueva York en medio de mucha emoción. Se anticipaba que recaudaría más de 50 millones de dólares en su primer fin de semana.

Pero un retraso siguió a otro mientras Paramount Pictures y “A Quiet Place Part II” esperaban la oportunidad de regresar a la pantalla grande. Si bien muchas otras películas se vendieron a servicios de streaming (incluyendo “Coming 2 America” (“Un príncipe en Nueva York 2”) y “The Trial of the Chicago 7” (“El juicio de los 7 de Chicago”) de Paramount), esperar la reapertura era esencial para Krasinski. Su cinta no sólo es un espectáculo de ciencia ficción; tiene un diseño de sonido envolvente y escalofriante.

“Para mí, no era negociable. Diseñamos esta película para cines específicamente”, dijo el realizador en una entrevista reciente vía Zoom desde su casa en Brooklyn durante un descanso del rodaje de la serie de Amazon “Jack Ryan”, que protagoniza. “Dije que quería realmente esperar por los cines y me apoyaron desde el principio. Les doy mucho crédito por acompañarme desde temprano”.

“A Quiet Place Part II”, que se estrena el viernes, es una pesadilla intensamente realizada que intentará despertar al cine de su letargo pandémico. Y al dar inicio a la temporada de verano de Hollywood este fin de semana largo por el Día de los Caídos, será una prueba de estrés sobre el futuro del cine. Es una posición de gran presión que Krasinski enfrenta con una mezcla de ansiedad y orgullo.

“Definitivamente es emocionante y estresante y todas esas cosas al mismo tiempo”, dice. “Pero eso es lo que es nuestra película”.

Escrita y dirigida por Krasinski, “A Quiet Place” sigue a la familia Abbott (interpretada por Krasinski, Blunt, Millicent Simmonds, Noah Jupe y un recién nacido) por una distopía en el norte del estado de Nueva York, donde criaturas con audición hipersensible acechan la tierra, cazando por sonido. La película recaudó 340 millones de dólares a nivel mundial tras haberse realizado con un presupuesto de 17 millones. La presión por una secuela, naturalmente, creció.

“Yo estaba como, no, presérvala”, dijo Blunt en una entrevista anterior. “Paramount dijo ‘vamos a hacer una’ seamos nosotros parte de ella o no. Creo que eso era lo que querían. Pero a John se le ocurrió la idea más indiscutible”.

La idea de Krasinski: hacer de Simmonds la protagonista. En la “Parte II”, los Abbott sobrevivientes se ven obligados a abandonar su hogar y, descalzos y de puntillas, salen en busca de otros humanos y tal vez algún santuario. El alcance y la escala de “A Quiet Place” se amplían mientras la historia sigue centrada en la familia.

“Si la primera fue una carta de amor a mis hijos, esta es una carta a mis hijos sobre lo que espero que sean en adelante en sus vidas, que es valientes y gallardos no sólo por su propia felicidad sino también para hacer un cambio real”, dice Krasinski.

En la primera “A Quiet Place”, el personaje de Simmonds, Regan, encuentra una manera de derrotar a las criaturas usando sus audífonos para crear una retroalimentación intolerable para sus oídos. En la segunda, se torna aún más atrevida.

“Sabía que ella podía llevar sobre sus hombros toda la franquicia”, dice Krasinski. “Es una de las actrices más impresionantes con las que he trabajado. Es increíblemente talentosa, pero también muy inteligente en lo emocional”.

Antes de mostrarle el guion a Blunt, Krasinski llamó a Simmonds por Facetime para decirle que ella sería la protagonista.

“Inmediatamente se tapó la boca sorprendida”, recuerda Krasinski. “Se volvió hacia su madre y luego me devolvió una mirada tan heroica como su personaje. Vio a la cámara y dijo: ‘Lo haré’”.

Simmonds, una actriz sorda de 18 años cuyos créditos incluyen “Wonderstruck” de Todd Haynes, se sorprendió por la oportunidad, pero decidió hacer lo mejor posible de un papel que, al mismo tiempo, dependía de su fuerza y la alentaban a tener más confianza en sí misma.

“Como persona, soy un poco más tímida. Podría pasar a un segundo plano un poco más que Regan”, dice Simmonds a través de un intérprete vía Zoom. “Pero interpretar a Regan realmente me ayudó porque Regan tenía mucha confianza en sí misma, y eso realmente me afectó. En la primera película no tenía tanta confianza, era muy autocrítica y se culpaba a sí misma por muchas de las cosas que le sucedieron a la familia. Eso es algo que experimenté personalmente. Pensé: ¿Y si no fuera sorda? ¿Qué pasaría si yo fuera una ‘persona normal’ entre comillas?”

“Pero cuando Regan se convirtió en esta potencia en la segunda película, me di cuenta de que estaba usando lo que tenía, todos sus déficits, por así decirlo, como fortalezas”, dice Simmonds. “Eso me dio una nueva perspectiva de mí misma. Pude mirarme y decir no estoy rota, soy única, tengo algo que ofrecer y puedo aprovecharlo y usarlo como una ventaja”.

Las dos películas de “A Quiet Place”, donde el lenguaje de señas puede salvar vidas, son parte de una oleada de películas recientes que representan auténtica y dinámicamente a personajes con discapacidad auditiva, incluyendo “Sound of Metal” (“El sonido del metal”) del año pasado y “CODA”, de próximo estreno.

Simmons, quien durante la pandemia ayudó a crear tapabocas transparentes para poder leer los labios, cree que la industria del cine está progresando en la dirección correcta y que personas como ella no deberían sorprenderse de estar al frente de un taquillazo de verano.

“Tenemos que empezar a preguntarnos ‘¿por qué no yo?’” dice la actriz.

Después de “A Quiet Place Part II”, Krasinski le pasará la batuta al guinista y director Jeff Nichols (“Mud”, “Take Shelter”) para una tercera entrega. Krasinski dice que acaba de entregar un guión. Otras películas más allá de eso, admite, también son posibles.

Como la mayoría de los próximos estrenos, “A Quiet Place Part II” estará en los cines un periodo más corto de 45 días antes de pasar al servicio de streaming Paramount+. Pero la semana anterior al estreno, Krasinski recorría el país para sorprender a los espectadores y reavivar la emoción común de ir al cine.

“Finalmente”, dijo a una multitud en Cleveland, “estoy bien vestido con un lugar adonde ir”.