Wilnelia Enid González Ortiz: voleibolista y también diseñadora
La joven voleibolista arecibeña pertenece a las debutantes Orientales de Humacao.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Desde muy joven, le gustaba modelar, diseñar sus vestidos y jugar voleibol.
Por el deporte de la malla alta, la arecibeña Wilnelia Enid González Ortiz se hizo una atleta profesional y formó parte de la Selección Nacional para representar la patria en eventos internacionales en y fuera de Puerto Rico.
Tras culminar su participación con el combinado patrio, pensó en retirarse de las canchas y decidió regresar a lo que tanto le apasionaba: diseñar.
Comenzó a buscar trabajo y lo encontró, aunque no precisamente haciendo lo que le gusta. Fue contratada para el área de cómputos en la empresa Hecho a Mano.
“En un almuerzo, Liliana Cabrera (fundadora y presidenta de Hecho a Mano) me vio haciendo unos dibujos para las clases de ilustración de moda y me dio la oportunidad. Desde ahí, llevo dos años diseñando con ella”, recordó con orgullo González, quien fue modelo para una agencia hasta los 18 años.
“Cuando vamos a diseñar, hacemos los dibujos, lo entramos a la computadora y utilizamos el programa Illustrator para convertirlo en vectores. Los dibujos se pintan con los colores de la temporada y luego se envían a la fábrica en Bali para hacer las telas a mano. Son una serigrafía y ver el proceso paso a paso es una experiencia inolvidable”, explicó la atleta, quien viajó a Bali hace unos meses.
“Ver nuestras telas haciéndose y luego ver los vestidos colgados fue emocionante. Esas personas tienen un gran talento, son artistas y no es como la gente dice y cree, que son esclavos y que tienen poca paga. Son gente feliz que se disfruta hacer su trabajo. Las personas que llevan una pieza de Hecho a Mano llevan puesto un trabajo artesanal”, manifestó la diseñadora de 27 años de edad.
González dijo que no deja de emocionarse cada vez que ve una pieza suya en la calle.
“La primera vez fue en el concierto de Ricardo Arjona del año pasado. Le dije a mi novio: ‘Mira, esa la hice yo’. Cuando veo a alguien con una pieza nuestra, me encanta. Eso me emociona mucho”, confesó la voleibolista.
La arecibeña, natural del barrio Santana, madruga a diario para trabajar en la oficina central de Hecho a Mano en el Viejo San Juan.
Tras una intensa jornada de trabajo, González sale en medio del tráfico de la tarde rumbo a la cancha para un partido o juego de las debutantes Orientales de Humacao en la Liga de Voleibol Superior Femenino (LVSF).
“Pensé en retirarme del voleibol, pero me apasiona también. Estoy cansadísima porque madrugo para trabajar todo el día y salir a las 6:00 p.m. para jugar o entrenar, pero no me arrepiento porque cuando suena el pito, se me quita todo el cansancio”, expresó la bloqueadora central.
“Cuando pones un pie en la cancha, es otra emoción que también me encanta y me apasiona al igual que diseñar. Me encanta jugar y mi nuevo equipo me gusta”, indicó la jugadora con una década de experiencia en la LVSF.
González tuvo la oportunidad de formar parte de las Valencianas de Juncos en el debut de esta franquicia en el voleibol superior femenino y este año fue fichada por las también debutantes Orientales.
“Necesita un cambio. Un nuevo equipo y este me gusta mucho y el ambiente de la cancha llena. Quiero disfrutarme esta temporada haciendo lo que me gusta”, añadió la jugadora, quien también jugó para las Mets de Guaynabo y las Vaqueras de Bayamón.
El próximo 24 de febrero González contraerá nupcias con Wendell Quiles Rodríguez en Hatillo.
“Curiosamente, estoy muy tranquila, mi novio es el que está nervioso”, dijo entre risas.
“Creo que mi tranquilidad es porque elegí bien. Tengo una persona maravillosa a mi lado. Él me apoya en todo y vive enamorado de todo lo que hago. Es mi fanático número uno de mis jabones, mis diseños y como jugadora”, agregó.
González, quien irónicamente no contó con el tiempo para diseñar su vestido de novia, hizo a mano todas las invitaciones y recordatorios para la importante ceremonia.
Quiles Rodríguez también jugó voleibol con los Gallitos de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras, en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI).
Pero la pareja de cuatro años de noviazgo tendrá dos ausentes en su boda.
Walter Andrés Quiles Rodríguez (hermano del novio) y Wilfredo Sevilla Alsina (amigo de la pareja). Los ausentes fueron los voleibolistas asesinados en septiembre de 2011 frente a Shannan’s Pub en Guaynabo.
“De sus hermanos, él (Walter) era el más apegado a mí. Es un dolor que no puedo describir. Ese día no supe nada de mi novio y, cuando llegué a su casa, supe que a Willy le había pasado lo mismo. No podía creer que había perdido a dos personas tan cercanas a mí y tenía que ser fuerte para apoyar a mi novio”, recordó con tristeza González.
“Si alguien se iba a disfrutar esa boda, eran Walter y Willy, pero allí estará una foto de ellos. Ellos no faltarán. Y todo esto nos dio una lección de vida porque somos más fuertes como pareja porque sufrimos juntos y lo superamos juntos, y cada mañana nos levantamos con ganas de luchar más y de disfrutar la vida porque es corta”, sentenció con voz entrecortada.