¡Qué recuerdos!

La Quinta Exaltación de Salón de la Fama de Voleibol de Puerto Rico trajo ayer domingo emotivos recuerdos de aquellos acomodos que tiraba el exaltado y ovacionado Enrique ‘Papolito’ López, de la bola corta que atacaba Yanira Santiago por la posición 2 y de sus batallas en la malla con la gran Eva Cruz.

“Estoy agradecido del voleibol, que me ha dado mucho”, dijo López luego de dar agradecimientos a su familia, compañeros atletas, apoderados y dirigentes.

Hubo recuerdos de la Selección Nacional mundialista del arroyano exaltado y ovacionado Héctor ‘Picky’ Soto, así como de los también entronados Víctor ‘Vitito’ Rivera, Roberto Muñiz, Ossie Antonetti y Alexis Matías.

“Somos una minoría. Siéntanse orgullosos por eso. Los felicito”, dijo Soto señalando a sus compañeros exaltados para reconocer el talento, el sacrificio y el deseo que tuvieron durante sus carreras deportivas. “En los tiempos de gloria de la Selección me lleve gran parte del crédito. Pero no lo hice solo. El grupo supo romper sus egos. Les doy las gracias”.

34 figuras que aportaron al crecimiento de este deporte durante las décadas del 1990 y 2000 fueron exaltadas en una ceremonia en el Teatro del Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana.

La actividad trajo memorias de la dupla de dirigente y asistente que conformaron Epique Olazagasti y Renato González, quienes ganaron en Ponce en masculino y en femenino, pero que hicieron de las Criollas su franquicia. También hicieron equipo técnico con la Selección Nacional femenina.

“El dúo de la historia, como Wisin y Yandel. Esa historia nunca se olvidará para darle tanta gloria al voleibol, que nos da gloria a nosotros”, dijo González, quien junto a Olazagasti dirigieron a la exitosas Criollas de los 2000 y 2010.

“Yo zapateaba y Renato es el que pensaba. Es mi cuate. Llevamos 43 años de casados”, bromeó Olazagasti.

Lilly Denoon, la jugadora que le devolvió el color a las Pinkin, rodeada por su entonces compañera de equipo y ahora apoderada de las bicampeonas Pinkin, Lilly Rojas, y del entonces apoderado Rafael 'Firo' Marrero.
Lilly Denoon, la jugadora que le devolvió el color a las Pinkin, rodeada por su entonces compañera de equipo y ahora apoderada de las bicampeonas Pinkin, Lilly Rojas, y del entonces apoderado Rafael 'Firo' Marrero. (Carlos Giusti/Staff)

Otros remembranzas celebradas fueron las de las Pinkin de la exaltada Lily Denoon, la llamada ‘primera refuerzo’ del Voleibol Superior, así como de los olímpicos Ramón ‘Monchito’ Hernández y el árbitro Aurelio Mendoza, quien fue acompañado por sus colegas exaltados Felipe ‘Fillo’ Gándara y Roberto ‘Yiyo’ Román.

“Gracias Firo (Marrero) por jugártela conmigo. Gracias Carolina. Y a Caguas para terminar mi carrera. Gracias Puerto Rico. Mi tiempo aquí lo voy a atesorar por el resto de mi vida”, dijo Denoon, una atacante que cambió el Voleibol Superior en la década del 2000 y le devolvió el color a las Pinkin.

Entre los exaltados también estuvieron los apoderados Enrique Costas Loyola (Ponce), Ángel Rivero (Trujillo Alto, San Juan) y uno de los más ganadores en la historia Abraham Rivera (Naranjito). De sus equipos fueron exaltados, además de López, Rivera y Antonetti, Jósean Llanos, Orlando Flores.

Antonetti, quien reside en España, fue representado por su señora madre Lelo Cameron, quien en su turno al micrófono pidió a los exaltados un aplauso a sus madres que sacrificaron y que guiaron sus carreras. Muchos de los familiares estuvieron presentes en el teatro de la Universidad Interamericana Metropolitana.

Y hablando de familias, una de las más simbólicas del voleibol en Corozal, la de los Figueroa, esta vez recibió el honor de la exaltación de María Ivette Figueroa. La hermana de los antes exaltados Bessie y Julio Figueroa, quien le dedicó 10 años a las Pinkin del pueblo.

“Ahora somos tres los exaltados al Salón de la Fama”, recordo la campeona con las Pinkin desde el 1972 a 1977.

La Diosa de Ébano, como apodó Julio 'Buyín' Camacho a Eva Cruz,  camina para recibir su placa de exaltada.
La Diosa de Ébano, como apodó Julio 'Buyín' Camacho a Eva Cruz, camina para recibir su placa de exaltada. (Carlos Giusti/Staff)

Otros exaltados ayer fueron las y los jugadores Sheila López, René Silva, Margarita Marichal, Lilly Feliciano, Rosita Rivera, José ‘Keno’ Gándara, Aurimar Rodríguez, Ariel Rodríguez, Anivette Rodríguez, Evelyn Acevedo, Linda Díaz, Ariel Rodríguez.

“Es una sorpresa estar aquí y es un orgullo. Sin ellos no hubiese logrado nada. Es un honor chicas estar con ustedes”, dijo López dirigiéndose a sus compañeras exaltadas.

No faltaron los recuerdos del matrimonio de exaltados Yarleen Santiago y Jaime Matos, ambos campeones en el Voleibol Superior, representantes de Puerto Rico en cancha o playa. Santiago ganó con Carolina y Caguas, mientras Matos ganó con los Rebeldes de Moca.

“Le debo al voleibol mi familia. Gracias al voleibol conocí a Yarleen y me dio una familia extendida”, dijo Matos, uno de los muchos jugadores que desarrolló el fenecido profesor e inmortal del voleibol, Israel García.

El único olímpico entre los atletas exaltados, Ramón 'Monchito' Hernández, desfila durante la ceremonia en el teatro de la Inter.
El único olímpico entre los atletas exaltados, Ramón 'Monchito' Hernández, desfila durante la ceremonia en el teatro de la Inter. (Carlos Giusti/Staff)

Tampoco faltaron los recuerdos de las Criollas, de la dinastía que formó el apoderado Francisco Ochoa, de los exaltados Olazagasti y González, de Yanira y Yarleen Santiago, de Rodríguez y Denoon. Caguas ha ganado 14 campeonatos nacional, solo por debajo de las Pinkin.

“Ganamos tres campeonatos en las Leonas, pero las Criollas son las Criollas”, dijo el coach González.