TOA BAJA. El voleibol aquí comenzó con los varones, quienes vuelven a darle vida al deporte en el llano.

Ayer fue la primera vez en ocho años que hay Voleibol Superior en Toa Baja y la primera vez en 20 años que los varones pisan cancha de Superior. Y, por ello, estaban celebrando y orando en el coliseo Antonio R. Barceló.

“El voleibol aquí es grande y algo que ha estado esperando desde hace años. Estamos trabajando para regresar a la gente a la cancha, como acostumbrábamos antes, que podíamos jugar con cualquier equipo, con uno que estaba en sexto o primer lugar, y la cancha se llenaba”, dijo Luis ‘Abby’ Bello Ocasio.

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“Y espero que este sea el comienzo del regreso del voleibol a lo que era antes”.

Los retornantes Llaneros de Toa Baja inauguraron como locales ayer en el Coliseo Antonio R. Barceló la temporada 2018 del Voleibol Superior ante los Gigantes de Adjuntas, quienes también están haciendo un regreso a la Liga.

Cerca de 600 fanáticos fueron ayer a la inauguración local de los Llaneros en

el Barceló, en donde cayeron 3-1 ante los Gigantes de Adjuntas.

El coliseo estaba bien habilitado para

el partido con superficie de Taraflex para el juego, con aire acondicionado para

la comodidad y con pizarras electrónicas para el entretenimiento del público fuera de la cancha.

El espectáculo montado es uno nunca antes visto en Toa Baja, pero sí en Ponce, en donde la familia Martínez-Gordo, también administradores de las Leonas de Ponce, corrieron un gran show el año pasado en la cancha Salvador Dijols.

Eso sí, allí estaban presentes un par de cientos de personas, incluyendo a exjugadores de los Llaneros de los 90, como Manny Siaca, un nombre asociado al boxeo, pero que comenzó su vida deportiva en las canchas de voleibol aquí.

“Esto lo que me acuerda es la fogosidad con que entraba a la cancha. Aquí la fanaticada nos apoyaba y nosotros jugábamos duro”, dijo Siaca, quien posteriormente saltaría al boxeo y se convertiría en campeón mundial.

También estaba presente otro de los veteranos de la franquicia, Félix ‘Papa’ Reyes, así como Esteban Rodríguez y Joshua Ramírez.

“Me parece formidable la idea de traer el voleibol nuevamente. Espero que esta gente compita y termine con el campeonato”, dijo Rodríguez, un exacomodador nacional señalando a los Llaneros que iniciaron la temporada 2018 con marca de 1-1.

Todos precedieron a las Llaneras de Toa Baja, quienes se convirtieron en las querendonas la década de 1990 y 2000. Ganaron campeonatos nacionales con una toabajeña que se convertiría eventualmente en la máxima exponente del voleibol boricua, Aury Cruz.

Las Llaneras desaparecieron y no juegan desde el 2010, pero la llegada de los Llaneros de regreso a Toa Baja hace pensar que las querendonas también volverán.

“Eso huele. Eso huele ya. Espero que éste sea el comienzo”, dijo Bello Ocasio.