El jugador de esquina de la Selección Nacional de Voleibol, Pelegrín Vargas hijo, inicia esta semana la misión que le dio su padre en abril, cuando en su discurso de exaltación al Salón de la Fama del Voleibol le expresó directamente frente a una gran concurrencia: “Te paso el batón para representar a Puerto Rico”.

Vargas hijo inicia la misión el viernes, cuando la Selección se enfrenta a México en el inicio del Final Four de Norceca con sede en Cuba y clasificatorio para el torneo de clasificación a la Liga de Naciones 2023.

El esquina reconoció recién que las palabras de su padre en el discurso de exaltación sonaron grandes, sobretodo porque se las dirigió ante cientos de miembros de la familia de voleibol que estaba presente en la ceremonia celebrada en el teatro de la Universidad Interamericana de San Juan . Y no porque las mencionó su padre, sino un hall of famer del voleibol boricua y quien fuera jugador de la Selección Nacional entre los años del 1984 al 1995.

Y agregó que asume la responsabilidad con orgullo.

“El que terminara su discurso con las palabras de que me pasa el batón es un peso bien grande viniendo de él y frente a toda la comunidad del voleibol”, dijo Vargas hijo, quien estaba presente en la ceremonia. “Y lo tomó con mucho respeto, con mucho honor y aquí vamos”.

El pase de batón fue simbólico... triplemente simbólico.

Esa así porque Vargas hijo no tiene que salir ahora a buscar poder representar a Puerto Rico a nivel internacional. Aparte de que ya lo hace en el campo profesional, tras su incursión desde el año pasado a la primera división del voleibol de la Liga de Gracia, el egresado del programa de voleibol de la Universidad de Purdue en Fort Wayne en Indiana, y All American en los años 2018,2019 y 2020 según la American Volleyball Coaches Association, juega con la Selección adulta desde el 2018. Y estuvo presente y fue una parte importante dentro del seleccionado que el año pasado ganó por primera vez un Campeonato Norceca, el que le valió para clasificar al Campeonato Mundial de septiembre.

Pero el pase de batón aplica para estos tiempos porque Vargas y la Selección inician este año su primer ciclo olímpico como parte de la nueva generación de jugadores prometedores que aspira a devolver al voleibol boricua a lugar en donde lo puso la Selección que encabezó Héctor ‘Picky’ Soto en la década del 2000.

Y tercero, el pase de batón es también un llamado a Vargas hijo a liderar la Selección que tenía como cara principal al prometedor opuesto Gabriel García, quien recientemente solicitó y le fue aprobado un cambio de ciudadanía deportivo hacia la de Estados Unidos.

El compromiso puesto sobre su nombres es una misión complicada, no solamente por la pérdida de García, sino porque el voleibol es un deporte de conjunto en donde cinco jugadores tienen que hacer su trabajo para que un sexto integrante meta la pelota. Además, la Selección tiene asuntos económicos que atender para ayudar a los jugadores a llegar a su máxima expresión.

“Creo que sí“, afirmó Vargas hijo sobre el sentirse capaz de aceptar la misión de liderar el equipo. “Junto con mis compañeros podemos lograr muchas cosas. Todo depende de nosotros, de los recursos que consigamos para seguir creciendo como profesionales en este deporte, como es en otro países, no necesariamente en Puerto Rico. Vamos tratar de crear algo que sea sostenible a través de los años, no solamente este verano”.

Vargas está en compañía de jugadores prometedores como el esquina Pedro Molina, el central Jonathan Rodríguez, el acomodador Aturo Iglesias. Y tienen alrededor jugadores más veteranos como el opuesto Maurice Torres, el central Pedro Nieves, los líberos Arnel Cabrera y Dennis del Valle para ayudar al grupo den el desarrollo de una nueva cultura.

El dirigente es Ossie Antonetti.

Vargas hijo y compañía tienen apoyo. La Selección sigue teniendo talento pese a la salida de García. Algunos de sus talentos está jugando a nivel de clubes en Europa, lo que es clave para su desarrollo. Tienen, además, el taller porque anualmente tienen aproximadamente tres competencias internacionales.

Así lo ve el acomodador Iglesias, quien fue el Jugador Más Valioso del pasado Norceca y quien apuesta a que la Selección sigue siendo prometedora.

“Es un equipo joven, con mucho talento y buena estatura. Hay una buena química de grupo, sin ego, bien parecido al año pasado. Los boricuas siempre hemos tenido un talento natural. Ahora es cuestión de ir a probarlo allá afuera con un buen verano”, dijo.