Milton Crespo acumuló una foja combinada de 11-33 en dos temporadas como dirigente de las entonces Divas de Aguadilla y Caribes de San Sebastián.

Otros técnicos quizás hubiesen buscado mudarse a otra franquicia, pero no Crespo, y hoy día, todo por lo que se trabajó en esos dos años ha comenzado a rendir frutos, pues las ahora Lancheras de Cataño marchan segundas en la tabla de posiciones de la LVSF.

“El apoderado (William López) entendía que con los equipos que tuvimos en años anteriores, las exigencias de él no podían ser grandes. Él se preocupaba más por darle taller a las juveniles y teníamos otras preocupaciones fundamentales que el mero hecho de ganar”, destacó Crespo.

A modo de ejemplo, Crespo describió lo que ocurrió en el 2009 en San Sebastián.

“Teníamos refuerzos de poder, pero también teníamos unas deficiencias en varias posiciones, entre ellas la colocación y la líbero. Se sabía que habían unos huecos que, por más que uno trabajara, siempre estarían presentes. La franquicia siempre vio que los equipos que trabajamos no tenían opciones reales al campeonato y que era cuestión de mantenernos trabajando hasta tener la oportunidad de armar un equipo sólido”, explicó Crespo.

Y esa oportunidad llegó este año al mudarse al municipio de Cataño, que recibió la franquicia con brazos abiertos. De igual manera, el sexteto fichó a una colocadora de calidad en Courtney Thompson y una buena base nativa con Ania Ruiz, Shannon Torregrosa, Lyann Puig, Alba Aponte y Oneida González. El resto, como dicen, es historia.

“Nosotros competimos en todos los juegos. Inclusive en las tres derrotas corridas, todas fueron a cinco sets, y dos de ellas fueron con quintos parciales de 14-16. Otros equipos no han tenido esa dicha de poder competir en todo momento, contra todos los grupos” , dijo.