Su personalidad amigable, mezclada con un poco de timidez, no le transmiten a los fanáticos  la transformación que atraviesa la colocadora Michelle Nogueras una vez entra a una cancha de voleibol.

Nogueras aparenta tener un “interruptor”, el cual enciende una vez entra en juego, la cual la transforma y sale a relucir su fogosidad, seriedad y esmero, aspectos que la han mantenido entrenando a tiempo completo con la Selección Nacional de Voleibol Femenino desde que terminó su participación con las Lions de la Universidad de Saint Leo en el 2009.

De inmediato, el entonces dirigente nacional, Carlos Cardona, la integró a las prácticas del conjunto patrio, y con apenas 22 años, Nogueras debutó con la Selección en el máximo escenario internacional: el Campeonato Mundial FIVB de 2010 en Japón. Sin embargo, Nogueras manejó la presión de entrar en sustituciones por Vilmarie Mojica como toda una veterana.

“Yo soy una persona bien tranquila y relajada; nerviosa, sí, claro. Uno se pone nerviosa, y por lo general siempre me da justo antes de entrar, pero una vez entro a la cancha, cambio por completo, pues a mí me gusta competir y no me gusta perder”, subrayó Nogueras a Primera Hora.

Nogueras, que se encuentra en su segunda competencia con la Selección como segunda colocadora de Puerto Rico en el Campeonato Norceca que se celebra en Caguas, no parece que le afecta la presión, la cual ha manejado desde que fue la acomodadora titular de las Criollas de Caguas en el 2010 ante una fractura de brazo que acabó con la campaña de Glorimar Ortega.

Y este año, Nogueras formó una combinación mortífera con la opuesto Shirley Ferrer en el doble cambio de las Criollas que fue pieza importante en el campeonato logrado por las cagüeñas en la LVSF. Nogueras apunta a la velocidad en su juego como uno de los aspectos que les agrada a los dirigentes nacionales.

“Eso es lo que he escuchado. Creo que eso me favorece, y lo que me han dicho los que me han visto jugar es que mi juego rápido es una ventaja que me favorece. Creo que esa es una de las razones primordiales por la que estoy en la Selección y me incluyeron en la lista de las seleccionadas (para el Norceca)”, subrayó Nogueras.

Desde que entró a la Selección, y en su estadía con las Criollas, Nogueras ha estado rodeada por varias de las mejores acomodadoras de Puerto Rico, incluyendo a Mojica, Ortega, la ex colocadora nacional y ex dirigente de Caguas, Xiomara Molero, y la también ex acomodadora nacional Doris Torresola. Nogueras, cuya hermana, Jennifer, juega para Keno Gándara en la Universidad de Washington, dijo que ha aprendido de todas ellas.

“En el caso de Vilma y Glori, ambas son jugadoras pro-equipo. En Caguas, Glorimar siempre me da consejos, especialmente durante los partidos. Me dice, ‘Michelle, hiciste esto contra el bloqueo, pero si haces esto y abres el juego de tal manera, te va a favorecer a ti’. Con Vilma lo noto más en las prácticas, especialmente en los acomodos en la bola para atrás. Ellas me han ayudado durante el transcurso de mi carrera, y a mi corta edad, he tenido la oportunidad de aprender de ambas”, enfatizó la acomodadora.

Pese a ser parte de la Selección, Nogueras dijo que todavía necesita aumentar su confianza una vez entra a juego.

“Yo diría que todavía tengo que mejorar mi confianza. Ya este es mi segundo año jugando Superior, y mi segundo año con la Selección, y la confianza irá creciendo poco a poco. Yo entiendo que ya para el próximo año debo estar preparada para correr cualquier equipo”, recalcó Nogueras.