Los Mets se van orgullosos por la épica batalla que le dieron a San Sebastián en la final de la LVSM
Guaynabo fue el único equipo capaz de derrotar a los bicampeones Caribes en un lapso de cuatro meses.
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Ponce. El destino volvió a cruzar a los Mets de Guaynabo con los Caribes de San Sebastián, el equipo que los eliminó el año pasado en la semifinal de la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM).
Esta vez, había mucho más en juego, pues el escenario era la serie de campeonato de la LVSM.
Los Caribes llegaron a la final jugando su mejor voleibol, después de barrer a los Gigantes de Carolina en la primera ronda y a los Changos de Naranjito en la semifinal. San Sebastián sumaba 17 victorias en línea, sin conocer la derrota desde el 7 de septiembre. Ningún equipo le había hecho frente al Pepino hasta que se volvieron a ver las caras con los Mets, el sexteto que les había propinado su último revés.
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A fin de cuentas, se trataba de un duelo entre los dos equipos con el mejor récord en la Sección Metro (15-5) y la Sección Isla (17-3).
Guaynabo y San Sebastián intercambiaron victorias en el transcurso de la serie de campeonato, hasta forzar un séptimo partido, celebrado el sábado en el Auditorio Juan “Pachín” Vicens, en Ponce.
El Pachín fue testigo de una épico duelo entre los dos mejores , que se extendió al máximo de cinco sets y acabó con el sueño de los metropolitanos de regresar al trono de la LVSM. Aun así, el conjunto guaynabeño se fue con la frente en alto de la Ciuda Señorial a sabiendas que tiró todos sus cartuchos en el tabloncillo.
“Fue una temporada durísima con muchos altos y bajos en la que dudaron si éramos capaces, incluso en esa serie contra Yauco que nos fuimos a seis juegos. Creo que lo demostramos. Llegamos a la final, competimos en un séptimo juego y dimos un buen espectáculo. Sabemos que la temporada que viene vamos a tener que trabajar más duro para poder quedar campeones. Pienso que fue una temporada de mucho aprendizaje”, dijo el acomodador de los Mets, Kevin Rodríguez, a Primera Hora en su salida del “Pachín” Vicens.
“El esfuerzo estuvo. Luchamos, pero se lo llevó Pepino”, agregó.
Rodríguez, quien nombrado esta campaña como el Acomodador del Año con un amplio dominio en la votación, afirmó que los Mets tienen las herramientas disponibles para el próximo año volver a la cima de la LVSM.
“Yo creo que tenemos el talento. Lo que es Gregory Torres y Antonio Elías van a ser la cara de esta franquicia pronto. Hay que ver cuáles son los planes de nuestros jugadores veteranos. Si se van a Europa o se quedan. Todavía no sabemos. Ahora nos toca descansar y entrenar para ver qué sucede el año que viene”, indicó el voleibolista, quien compartió que permanecerá en la isla y no jugará en el extranjero.
En el caso de Gregory Torres, fue una de las principales armas ofensivas del dirigente Gerardo De Jesús en el baile de coronación. De hecho, el opuesto, de 21 años y 6′4″ de estatura, fue el segundo mejor anotador de los Mets en el decisivo encuentro al finalizar con 23 puntos detrás de Inovel Romero, que anotó 24.
De igual manera, tuvo una brillante actuación en la serie regular, por la que fue recibió el Novato del Año. Acumuló 171 ataques, 16 bloqueos y 16 servicios directos para un total de 203 puntos, con un promedio de 3.33 en 61 parciales.
Otro integrante de la escuadra guaynabeña que se destacó y fue premiado con los Valores del Año fue el brasileño Gianluca Grasso con el Regreso del Año. Grasso, que milita como nativo en Puerto Rico, no vio acción la pasada campaña porque decidió permanecer junto a su esposa en Estados Unidos para el nacimiento de su hija.
El atacante, de 28 años, sumó este año 129 ataques, 12 bloqueos y 19 saques para un total de 160 puntos, con un promedio de 4.21 en 38 sets. Una muestra del prometedor talento con el que podría contar Guaynabo en el siguiente torneo.