Los Changos vuelan alto en el Coliseo Mario “Quijote” Morales en Guaynabo
El sexteto naranjiteño no ha caído en ninguno de los 12 sets que ha jugado como local en la zona metropolitana.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Desde que los Changos de Naranjito fueron obligados a abandonar la legendaria cancha Gelito Ortega por la Federación Puertorriqueña de Voleibol (FPV) tras un incidente de agresión con árbitros, los pajáros negros han lucido más que cómodos en su provisional ‘nido’, el Coliseo Mario “Quijote” Morales en Guaynabo.
Los Changos comenzaron a jugar como locales en el “Quijote” Morales durante la semifinal contra los Cafeteros de Yauco y, a partir de esa serie, no han caído en un solo set de los 12 que han disputado en la zona metropolitana. Incluyendo los tres parciales del primer juego de la serie final de la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM) ante los Caribes de San Sebastián (25-22, 25-21, 25-19), que se celebró el martes.
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Y aunque el dirigente Jamille Torres reconoció lo bien que han competido en Guaynabo, aseguró que nada se compara a jugar en la Gelito Ortega.
“Jugar en la Gelito es algo que es inigualable. Podemos jugar en la China y no va a ser igual. Naranjito es Naranjito, pero si hay algo positivo es que hemos jugado bien en esta cancha. En el pasado, nos movíamos (de cancha) por la comodidad de nuestras familias y nosotros lo hemos visto de esa manera. Nos movimos aquí para que nos puedan seguir los fanáticos y nuestras familias estén más cómodas”, expresó Torres luego de concluir el primer partido de la final.
A pesar de que están como locales fuera de su pueblo, el calor de la fanaticada naranjiteña se ha dejado sentir hasta con batucadas en los encuentros efectuados en el “Quijote” Morales. Tanto así que el refuerzo cubano de los Changos, Félix Chapman, confesó que esa pasión que destaca al aficionado boricua es lo que lo mantiene jugando en Puerto Rico.
“Esto es lo que me gusta a mí. ¿Por qué tú crees que estoy aquí en Puerto Rico?“, dijo Chapman entre risas. “Este calentón es lo que me gusta. Por lo menos, yo vengo de un país que tiene un calentón que, si no es igual, es similar en el sentido de las personas y el ambiente... Ojalá yo siempre pudiera jugar con este tipo de fanaticada donde quiera que vaya”, sostuvo.
El jolgorio en las gradas de un partido de voleibol en Puerto Rico no es algo extraño para Chapman. El espigado atacante, de 6′8″ de estatura, jugó en el 2016 con los Taínos Universidad del Turabo en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI). En esa temporada, el sexteto universitario prácticamente destruyó a la competencia. Ahora, con el regreso de los refuerzos al Voleibol Superior, el cubano está de vuelta en la isla, demostrando que su dominio en la LAI no fue mera casualidad. Chapman lideró el martes la ofensiva de Naranjito con 19 puntos, 17 en ataques y dos en servicios directos.
Caribes harán ajustes en casa
Pero este jueves el escenario será uno distinto. La serie final de la LVSM se trasladará al Coliseo Luis Aymat Cardona, hogar de los Caribes de San Sebastián. Allí los Caribes intentarán igualar la serie y corregir sus servicios directos que, según el dirigente Javier Gaspar, fue el mayor causante del revés del martes.
“Yo creo que con el servicio de ellos nos hicieron mucho daño y nos ganaron en nuestro juego, en lo que planteamos que teníamos que hacer para ser exitoso que es el nivel de servicio. También, desaprovechamos muchas ocasiones de contraataque, en particular en el primer set, en pareos que nosotros entendíamos que nos favorecían, así que hay que hacer ese ajuste para defender nuestra casa el jueves”, explicó Gaspar.
“Esperaba que fuera más reñido, pero se combinaron esas dos cosas y yo creo que esa fue la diferencia. (Tenemos que tener el jueves) consistencia en nuestro nivel de servicio y recepción para que nuestra ofensiva pueda fluir, sobre todo contra un equipo como Naranjito que hace un buen trabajo defendiendo, pero en particular hace un excelente trabajo contraatacando”, concluyó.