Los Caribes de San Sebastián mantiene la guardia arriba
Entrenan mientras esperan por la definición de la serie semifinal A del Voleibol Superior.
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Los campeones defensores y primeros finalistas del Voleibol Superior 2024, los Caribes de San Sebastián, están ocupados durante las ‘vacaciones’ que les ha creado la serie semifinal A entre los Cafeteros de Yauco y los Mets de Guaynabo que se ha extendido al menos hasta mañana lunes.
Los Caribes clasificaron a la final el jueves, cuando completaron una barrida a los Changos de Naranjito en la serie semifinal B.
Y estarán de ‘vacaciones’ tal vez hasta el sábado porque la semifinal A finalizaría el jueves si llega a un séptimo juego. La serie de hecho juega este lunes el sexto partido con el margen a favor de los Mets por 3-2.
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El apoderado de los Caribes, Ángelo Ferrante, dijo que su equipo no ha bajado la guardia ante esas ‘vacaciones’ y ante los posibles rivales que han demostrado nivel en la semifinal A.
“Ayer regresamos a los entrenamientos en la mañana, y tuvimos también un compartir. Nos vamos a mantener así, entrenando, viendo videos. No vamos a bajar la guardía”, dijo.
Los Caribes van por buen camino en su defensa del campeonato y en su búsqueda del primer bicampeonato en la historia de la franquicia que también ganó el título del 1999 en una final clásica ante los Changos de Naranjito.
Ganaron la temporada regular y le barrieron la semifinal a los Changos para acumular marca de 23-3, incluida la postemporada. Los jugadores están en salud y la población de Las Vegas el El Pepino está motivada con su equipo.
“El estusiasmo es grande ahora que vamos hacia nuestro primer ‘back-to-back’. La fanaticada está esperando”, señaló Ferrante.
San Sebastián tiene a dos de los mejores atacantes del torneo en el nativo Pelegrín Vargas, hijo, y el refuerzo Jalen Penrose. También tiene a puntas veteranas como Pablo Guzmán, Ezequiel Cruz, Jackson Rivera, a centrales como Pedrito Nieves, Anthony Negrón. Tiene profundidad.
Y utilizará esa profundidad para mantener la guardía alta.
“Cuando entrenamos nosotros mismos, cualquier lado de la cancha es bueno y son prácticas fogosas que nos permiten mantener el ritmo”, dijo Ferrante.