Luego de morir con las botas puestas, los Cafeteros de Yauco en el Voleibol Superior merecen un reconocimiento.

Yauco batalló en la postemporada, primero con los Plataneros de Corozal en cuartos de final y luego con los Mets de Guaynabo en las semifinales pese a tener a su principal atacante Eddie Rivera lastimado y algunos otros miembros del equipo debilitados por la Influenza.

Tras la eliminación ante Guaynabo en lunes en la noche, el opuesto Diego Negrón, resumió la entrega de los Cafeteros ante situaciones precarias de personal.

“Guiamos un carro sin tres gomas”, dijo Negrón a la transmisión del juego por redes sociales de los Cafeteros.

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Yauco cayó eliminado 4-2 en las semifinales. Tuvo la serie empatada a 2-2 luego de venir de abajo 2-1 en el cuarto juego. Su otra victoria en la serie fue viniendo de abajo 2-0.

Casi todas las noches, Yauco estuvo por debajo de Guaynabo en la estadísticas, sobretodo en la ofensiva. Aún así estuvieron en juego durante toda la serie.

Para muestra basta el sexto juego de la serie, en el que Guaynabo superó 52-39 a los Cafeteros en ataques positivos, pero los Cafeteros llegaron a ganar un set y batallaron en dos de los tres sets que perdieron.

Negrón fue la constante ofensiva entre los atacantes de los Cafeteros en la serie semifinal. Negrón llegó a Yauco este año en un cambio por Jackson Rivera con los Caribes de San Sebastián.

El narrador de los Cafeteros, Luis Aymat, trabajó toda la temporada del equipo y se disfrutó cada punto. Y afirmó que la temporada de los Cafeteros se resumió en la semifinal al batallar de tú a tú con un equipo superior.

“Fue una temporada espectacular. Fue un éxito. Yauco llegó hasta donde pudo. Guaynabo era mejor equipo, profundo, hecho para ganar, y Yauco le jugó muy bien”, dijo Aymat.

“Y Yauco va a ir por más el año que viene”, agregó.

El apoderado de los Cafeteros, Jorge Báez, se quitó el sombrero con la labor que hizo el cuerpo técnico del equipo dirigido por Abel Franceschini y con los jugadores que batallaron enfermedades para superar los cuartos de final ante los Plataneros y hacer lo mejor posible ante un Guaynabo “que tiene dos equipos en uno”.

“En el juego final ante los Plataneros teníamos seis jugadores con Micoplasma y dos con Influenza también. Ese fue el “Juego del flu’. Pero había que jugarlo y los jugadores dieron la milla extra. La lesión de Eddie nos golpeó. Es nuestra principal punta. Y Diego Rosich hizo el trabajo por Eddie. De verdad que son unos guerreros. Fue una buena temporada”, detalló.

“Y hay que seguir ahora”.