Gurabo. Dicen que no hay mejor sentimiento que el de un padre al ver a sus hijos o hijas alcanzar sus metas.

Ese fue el caso de Héctor “Picky” Soto, cuando vio a su hija, Camila Soto, rematar el balón que subió al marcador el último punto que el Colegio Adianez de Guaynabo necesitaba para ganar su primera Copa Buzzer Beater en la categoría senior femenina.

Durante su carrera como voleibolista, Soto le trajo muchísima gloria a Puerto Rico, ganando tres medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y siendo el máximo anotador en competencias mundiales de la ahora conocida como Volleyball World. Pero, ninguno de estos logros le sacaron las lágrimas como ha sucedido en cada uno de los que su hija ha alcanzado en su joven carrera.

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“Es una emoción increíble. Estos momentos de mi nena me hacen entender lo que vivieron mis papás y saber lo que sintieron mis papás y ahora yo pasarlo con mi nena es una emoción que no tiene palabras”, expresó “Picky” en entrevista con Primera Hora.

“Yo he tenido logros y no se me salían las lágrimas, pero, cuando ella logra cosas, se me salen las lágrimas, así que yo diría que momentos como estos son diferentes cuando son tus retoños. Yo creo que faltan todavía vivir muchas experiencias con Camila, así que espero vivir muchas más”, confesó.

Camila, que cursa duodécimo grado y se destacó en el certamen como esquina, lideró en puntos al sexteto del Colegio Adianez en la Copa Buzzer Beater al finalizar el certamen con un total de 63 unidades. El codiciado título fue la cherry en el pastel del último año de Soto en el voleibol escolar. Y es que el 2023 ha sido uno memorable para Camila, pues hace pocos meses, se integró a la Selección Nacional adulta para el torneo Final Six de la Copa Panamericana de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y del Caribe (Norceca) y los Juegos Panamericanos de Santiago.

Ahora, Camila se dirige a la Universidad de Florida Gulf Coast, con la que se comprometió para jugar en la División I de la National Collegiate Athletic Association (NCAA, en inglés). Allí, Soto competirá en la Conferencia de la Costa Atlántica de la NCAA.

El Colegio Adianez se alzó con la Copa Buzzer Beater en la rama femenina del voleibol escolar, mientras que el Colegio San Ignacio hizo lo propio en la rama masculina.

Con un prometedor futuro por delante en el deporte de la malla alta, Soto se vislumbra a continuar el legendario legado de su padre. No obstante, “Picky” destacó que todo el temprano éxito que su hija, de 17 años, ha conseguido es debido a su compromiso con el deporte.

“Todo lo que (Camila) ha logrado ha sido, mayormente, ella por su cuenta. Yo, como papá, la he aconsejado, pero la parte del voleibol ha sido un mínimo. La gente podrá pensar que ‘Picky’ le da clínicas privadas todo el tiempo, pero no es así. Esto ha sido ella porque es lo que ella quiere. Yo le he dicho que no tiene que jugar voleibol por mí, pero ella siempre me ha dicho que lo hace por ella y yo voy a estar ahí respaldándola todo el tiempo”, relató el exjugador del Equipo Nacional.