Morovis. Los pasados dos años no fueron nada placenteros para Vanessa Vélez.

El 2009 fue un año de retos. Comenzó con la transición de su posición natural de universal a ser la colocadora titular de las Criollas de Caguas.

Sin embargo, la movida no funcionó y Caguas la envió en cambio a las Gigantes de Carolina. Una vez en su nuevo equipo, Vélez no reencontró su ritmo de rematadora. Insatisfecha con su situación en Carolina, Vélez pasó en el 2010 a las Pinkin de Corozal y fue allí donde ayudó al sexteto a ganar el campeonato saliendo del banco, incluyendo actuaciones sólidas en la final contra las Llaneras de Toa Baja.

La frustración pudo haberse convertido en su enemigo principal, pero Vélez trabajó fuerte en el 2010 y 2011, y es actualmente la mejor anotadora de las Pinkin y una de sus líderes indiscutidas en cancha.

“Fue bien fuerte cuando me convirtieron en colocadora en el 2009, pues fue una preparación de tres meses para correr un equipo en una liga tan fuerte. Acepté el reto, pero no resultó”, destacó Vélez en entrevista con Primera Hora.

“Estuve un año completo sin rematar, y fue difícil retomar el ritmo, pero este año vine mejorada por completo y ya se han visto los frutos cosechados”, añadió Vélez.

Sus actuaciones hablan por sí solas, pues Vélez actualmente ocupa el octavo puesto entre las mejores anotadoras con 165 puntos, incluyendo 13 bloqueos y seis saques directos. También está número 24 en defensas y 25 en recepciones.

Pese a la mala experiencia del 2009, Vélez dijo que nunca pensó en quitarse del voleibol.

“Esa idea jamás pasó por mi mente, pues el que se quita no logra nada. Yo seguí trabajando y hoy día estoy donde estoy porque nunca me quité”.

Al preguntársele a Vélez si consideraría regresar a la posición de colocadora en un futuro, contestó con un rotundo “¡No!”, entre risas.

“Pero hablando en serio, me quedo rematando. Voy a seguir trabajando en la posición, en las facetas del pase, bloqueo y remate, que es lo que he hecho toda mi vida”, enfatizó la cotizada jugadora.

Vélez dijo que su preparación este año fue fundamental para obtener los resultados que ha cosechado hasta el momento.

“Reencontrar el ritmo para atacar no es fácil, y menos en la posición de esquina. Yo no soy una esquina de por sí, pero con el trabajo fuerte lo estoy logrando. A pesar de todo no fue una frustración (la movida a colocadora), sino otra faceta más de aprendizaje, pues en cualquier momento en el juego me pueden poner a colocar. Todas las facetas las hago bien por la experiencia que he tenido”, subrayó Vélez.