Juanchi Figueroa hizo quedar mal a los pronósticos y quedó bien con su empleador. Además honró su nombre, procedencia y al voleibol boricua.

El exvoleibolista nacional guió el sábado a la Universidad Cal State al título de voleibol femenino en la División II de la NCAA y siente orgullo por todos lados.

“De verdad que estoy bien orgulloso. No tengo palabras”, dijo a Primera Hora.

Ganó el campeonato pese a que no estaba entre los mejores 25 clasificados en la División II y en el torneo de campeonato de 64 equipos.

“Dimos palos”, dijo Figueroa, cuyo equipo venció a seis equipos clasificados en un avance por el torneo de campeonato, incluyendo al quinto sembrado y campeón defensor West Texas A&M. “No estábamos en el Top-25 y definitivamente éramos de los mejores equipos”.

Fue el segundo Final Four corrido de Cal State.

Una de las primeras llamadas que dio fue a sus padres. El hijo del exárbitro internacional de baloncesto y director atlético de varios programas escolares y universitarios en Puerto Rico, Juan ‘Pucho’ Figueroa, puso en alto su apellido, el que está atado a la historia del deporte boricua.

“Están todos bien contentos, orgullosos. Son los fanáticos número 1. Están todos bien orgulloso. Fue un año peculiar”, agregó Figueroa.

También acumuló puntos con su empleador. Figueroa dijo que su director atlético, la presidenta de la Universidad, así como la próxima presidenta estuvieron en el juego de campeonato y celebraron la victoria.

“Están orgullosos. Hemos ido de menos a más. Cuando cogí el programa hace siete años no se habían cualificado al torneo de campeonato hacía 10 años. Y en mi segundo año fuimos y ahora ganamos. Hemos ido mejorando cada año”, cotó.

Figueroa también siente orgullo porque las boricuas Karla Santos, Alejandra Negrón y Jeshmarie Suárez fueron parte del programa cuando él comenzó a dirigir allí y aportaron al crecimiento del equipo.

Figueroa puede hasta tirarse para atrás con el campeonato que ayudó a conquistar. El dirigente dijo que ya ha rechazado cinco ofertas para dirigir en la División I y agregó que tiene un buen empleo en Los Ángeles, con una buena atmósfera de trabajo y una comunidad de voleibol de clubes.

“Es uno de los mejores trabajos en California en términos económicos y en términos de la administración que hay allí. Para sacarme de aquí va a ser un poco difícil”, dijo.