Jetzabel del Valle recibe un merecido homenaje en Caguas debido a sus inspiradores logros en el deporte
La retirada excentral nacional imparte ahora sus conocimientos en la Academia Cristo de los Milagros.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
PUBLICIDAD
Caguas. Jetzabel del Valle tenía un imán en sus manos para agarrar bloqueos, pero sus rodillas no aguantaban su estructura de 6′3. Tenía presencia en la malla, pero no tenía los recursos para llegar a la cancha. Tenía condiciones de salud de ‘esto, aquello y lo otro’, pero amaba el voleibol.
Jetzabel del Valle tuvo que superar mucho para llegar a ser una integrante campeona de las Criollas de Caguas, la mejor bloqueadora y la tercera mejor anotadora en la historia del Voleibol Superior Femenino, así como jugadora nacional en varios mundiales.
Y más por lo que superó que por lo que conseguió, la Academia Cristo de los Milagros en donde trabaja, el municipio que la vio nacer y crecer, compañeras de equipo que tuvieron a su lado o de frente en la cancha, como Vanessa Papaleo y Sheila Ocasio, dirigentes y apoderados suyos, le rindieron un bonito tributo este miércoles en su natal Caguas, en la cancha de la Academia.
Relacionadas
La jugadora retirada desde el 2021 apreció con emoción el homanaje como una extensión del cariño que le dieron en cancha .
“Salí de un residencial (Luis Castellón en Caguas), A veces no había ni qué comer. Lloraba porque fui becada a un colegio (Radians de Cayey) y no sabía inglés. Todos los obstáculos que tuve de lesiones. Pensaba que me iba a quitar. Pero era tanto el amor que sentía por el voleibol que me rehabilitaba. Mi alegría mayor era estar con gente a mi alrededor que me llenaba. Por eso me gustaba estar tanto en la cancha. No era solamente ir y chocar manos. Hice amistades grandes en el deporte con las que sé que voy a estar toda mi vida”, dijo en un aparte al homenaje.
De 44 años, casada y retirada como jugadora del Voleibol Superior ya hace una temporada, Del Valle está trabajando en la Academia como maestra de educación física elemental y dirige todos los equipos de voleibol femenino, desde el mini hasta el senior.
Sus compañeras maestras, directoras y miembros fundadoras de la Academia dijeron que los grados elementales extrañan a Del Valle cuando ella no está en los pasillos o en la cancha enseñando, dando alegrías.
“Papa Dios no me dio hijos, pero me dio montones de niños con los que estoy tratabajando ahora en la Academia. Me siento demasiada de bien porque me complementan. Se me fue el voleibol en cuestión de juego, pero tengo algo que me complementa y me llena”, dijo.
Fue producto de muchos dirigentes, como Francisco Ochoa y Juan Carlos ‘Manota’ Rodríguez, quienes estuvieron presentes en el homenaje, así como de Epique Olazagasti, Renato González o de técnicos nacionales como David Alemán y Juan Carlos Núñez.
Pero tuvo un coach a quien Del Valle llama su ‘Segundo Padre’, Luis ‘Papo’ García. A él, Del Valle le agradece sobre todos porque la llevaba a las canchas, la reclutó con beca en Radians, le enseñó el voleibol en el club Criollitas y creyó en ella cuando otros le decían que perdía el tiempo.
“Papo: gracias”, dijo al técnico que se excusó de la actividad, pero envió un mensaje escrito que fue leído en el homenaje.
Del Valle jugó 24 temporadas de Voleibol Superior. Ganó nueve campeonato con las Criollas de Caguas. Fue por más de 15 años jugadora de la Selección Nacional. Vio acción en torneos mundiales, grand prix, continentales y regionales.
Nada mal para haber comenzado como una jugadora de salud frágil.
“Fue una excelente jugadora, pero como ser humano superó todo lo que hizo en la cancha”, dijo Ochoa.