
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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Austria. El nuevo destino de Fernando Morales como jugador será el club AEK Karabah de Chipre, país euroasiático en el que espera sumar nuevas experiencias de aprendizaje en su carrera profesional.
Será el cuarto país foráneo en el que juega desde que comenzó su carrera profesional en el exterior en España.
“Además del voleibol, como persona uno crece mucho más”, dijo Morales, sobre su contratación.
El AEK Karabah es el club subcampeón de la liga de voleibol chipriota y también participará en el itinerario de la Copa Challenge de Europa.
Morales ya contactó a varios ex compañeros de equipo que han jugado en Chipre para que le dieran referencias sobre el país y la liga.
“Sé que hay tres equipos de buen nivel. De ahí hacia abajo, no muy buen nivel. Vamos a jugar el Challenge Cup. Es un equipo que subió a Primera División hace solamente tres años. Llegó séptimo en su primer año y ya el año pasado llegó segundo”, describió.
“Este año”, agregó, “han invertido mucho dinero. Se trajeron a dos buenos jugadores del equipo campeón y contrataron buenos refuerzos”.
Su informante fue Jeff Ptak, el jugador estadounidense que ha participado en Puerto Rico con Corozal y Mayagüez, donde fue Jugador Más Valioso de la Liga Superior. Morales ya sabe que el principal rival de AEK Karabah contrató de refuerzos al argentino Lucas Chávez, quien reforzó a los Mets de Guaynabo en la temporada 2009-10, y al canadiense Terrence Martin, quien ganó dos títulos con los Changos de Naranjito en esta década.
Una vez termine el Mundial en Italia, Morales saldrá directo a Chipre, en donde ponchará en su pasaporte deportivo el sello del país, que será colocado al lado de los sellos de Austria, Francia y España.
El sello austriaco es el más fresco en el pasaporte de Morales, quien jugó aquí sus últimas tres temporadas internacionales.
De hecho, en los días que ha estado en Austria, Morales ha recibido múltiples visitas de amistades que cultivó aquí. También ha servido de guía para la delegación de Puerto Rico en la ciudad de Innsbruck, donde vivió un año.
“Fue bueno encontrar las amistades y nos pusimos de acuerdo para hacer algo”, dijo Morales, quien entiende un poco de alemán (idioma que se habla en Austria), como por ejemplo términos propios del voleibol y palabras para ordenar servicios. “Cada vez que los muchachos (jugadores de Puerto Rico) necesitaban algo, me preguntaban a mí”, indicó.