Ponce. Desde el momento que sonó el primer silbato en el séptimo juego de la final de la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM), el Auditorio Juan “Pachín” Vicens, en Ponce, parecía haberse mudado de la Ciudad Señorial al Pepino por la cantidad de fanáticos de los Caribes de San Sebastián que se dieron cita para respaldar a su equipo con aplausos y vítores.

A diferencia de la mayoría de los partidos de esta serie de campeonato entre los Caribes y los Mets de Guaynabo, el encuentro decisivo no se decidió en tres o cuatro parciales. Esta vez, ambos sextetos dejaron todo en la cancha y llevaron el encuentro al máximo de cinco sets, en un duelo que será recordado como un clásico del voleibol boricua.

Relacionadas

Y cuando el opuesto de los Mets, Gregory Torres, remató un balón que cayó fuera, el marcador mostró el punto 15 de San Sebastián y se desató una locura en el “Pachín” Vicens, con la afición pepiniana invadiendo el tabloncillo del “Pachín” Vicens para celebrar con su equipo como si no hubiera mañana.

Aunque los Caribes vivieron un momento similar el año pasado cuando vencieron a los Changos de Naranjito en el Coliseo Manuel “Petaca” Iguina, en Arecibo, para capturar el segundo título en la historia de su franquicia, esta victoria se sintió aún más especial por el desafío que implica revalidar como monarcas de la LVSM.

“El campeonato del año pasado fue especial porque fue contra Naranjito y el primero en 24 años, pero lo más complicado no es ganar el primero, sino repetir, y hacerlo con un grupo de jugadores talentosos del uno al 14 debido a la competitividad. Encontrar esa química y armonía entre ellos es bastante complicado. Por eso, pienso que ese fue el mayor reto: crear la química que tuvimos y trabajar en equipo, que fue la clave para ganar el campeonato”, dijo el dirigente de San Sebastián, Marcos “Chamo” Liendo, a Primera Hora poco después de concluir el desafío.

Por su parte, el estelar esquina Pelegrín Vargas, hijo, confesó que este segundo título tuvo a un sabor distinto al que conquistó el año pasado en su primera temporada en la LVSM debido a los retos que enfrentó en su vida personal mientras corría el torneo.

Pelegrín Vargas, hijo, festeja con la fanaticada de los Caribes de San Sebastián tras ganar el campeonato 2024 de la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM).
Pelegrín Vargas, hijo, festeja con la fanaticada de los Caribes de San Sebastián tras ganar el campeonato 2024 de la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM). (Jorge A Ramirez Portela)

“Este año ha sido como la serie final: difícil. Quizás el récord en la temporada regular (17-3) no lo refleja, pero ha sido un año bien complicado en lo personal. Esto se lo dedico a mi abuela, que falleció a mitad de temporada; a un amigo muy querido de nosotros, Carlos Martínez; y a la memoria de Pilar (Victoriá). Fue un año bien difícil, pero el deporte y Dios nos premió”, relató Vargas, hijo, a este medio.

“Hay cosas que nadie ve y solo las sufres con la familia. Por eso, hoy lo celebramos juntos y significa tanto para nosotros. El equipo nunca se rompió. Estuvimos a punto de caernos, pero resistimos. Este campeonato fue especial porque sabíamos que todo el mundo venía para nosotros. Guaynabo se confeccionó de una forma para tumbarnos del trono, pero la química de este grupo aguantó muchos problemas, incluso internos, y eso es lo que hacen los campeones”, compartió. “Solamente hay una cosa mejor que ganar, y es volver a ganar”, sostuvo el voleibolista, de 26 años, quien adelantó que el próximo año no jugará en una liga extranjera y se mantendrá en Estados Unidos.

Y es que, por un momento, parecía que los Mets estaban encaminados a destronar a los Caribes después de que estos se colocaron a dos puntos del campeonato, con el marcador a su favor 13-12. No obstante, el refuerzo estadounidense Jalen Penrose, que fue la bujía ofensiva del Pepino con 28 puntos, se encargó de impulsar la remontada.

Van por el tricampeonato

Sin embargo, San Sebastián ya le cogió el gusto a estar en la cima de la LVSM y no tiene en mente soltar el trono. Después de todo, ha conquistado los últimos dos cetros, tras ganar su primero en 1999. Por esta razón, el apoderado de la franquicia pepiniana, el doctor Angelo Ferrante, adelantó a este diario que en 2025 fortalecerá aún más a la escuadra para consagrarse como tricampeones.

“Hace un tiempo, le prometí un campeonato a San Sebastián. Este año, le prometí el ‘back to back’ y ahora prometo desde ya el ‘three-peat’. Esto es uno detrás de otro y ahora queremos tres. Luego de disfrutar esta victoria, este servidor no va a escatimar en ningún momento que tenga que hacer para reforzar el equipo porque yo no vengo aquí a participar, yo vengo a ganar”, aseguró Ferrante.

El apoderado de los Caribes, el doctor Angelo Ferrante, con el campeonato 2024 de la  Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM).
El apoderado de los Caribes, el doctor Angelo Ferrante, con el campeonato 2024 de la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM). (Jorge A Ramirez Portela)

De volver a revalidar como monarcas, los Caribes se estarían consolidando como una dinastía en la era moderna del Voleibol Superior. Con una talentosa escuadra que se conoce muy bien liderada por Vargas, hijo, y el esquina Pablo Guzmán, quien fue nombrado el Jugador Más Valioso de la final, San Sebastián tiene todas las cualidades para convertir esta nueva meta en una realidad.

De hecho, esta temporada fueron el primer equipo que repite como campeón de la LVSM desde que los propios Mets lograron dicha hazaña en 2018 y 2019.