Queda mucha temporada por jugar, pero Pilar Victoriá se está gozando el momento.

La atacante cagüeña está primera en anotaciones y en ataques positivos por set en la División I de la NCAA con la Universidad de Arkansas y, al verse al tope de las estadísticas, se sonríe.

“La primera vez que lo vi me sorprendí. A la verdad que me encanta”, dijo.

También se motiva.

“Es algo grande para mí. La primera vez dije: ‘ahora me tengo que mantener. Esta es mi última temporada y tengo que estar en la cima”, agregó la senior.

Ahí mismo está Victoriá tras poco más de un mes de la temporada que concluye en diciembre con el torneo de campeonato de la Liga.

Victoriá es la líder en puntos con 402. Igual es la líder en promedio de ataques positivos por set de 6.02 y de puntos por parcial con 6.20. También es la mejor en total de ataques positivos con 347.

Y aunque sí le han colocado muchos balones en la temporada para llegar a esos números ofensivos, Victoriá no está ni entre las primeras siete jugadoras en total de ataques en la temporada. La líder en total de remates suma 123 intentos más que la boricua.

Lo que sí resalta el liderato ofensivo de Victoriá en su efectividad al producir, ya que está promediando .312 en 817 intentos de remates.

“Ahí es donde mas he mejorado. Aunque estoy recibiendo muchos balones, estoy manejando mejor el balón; no estoy cometiendo muchos errores”, dijo.

Victoriá perdió gran parte de la pasada temporada porque fue operada de su rodilla derecha. Fue la segunda operación de rodilla a la que se somete en su carrera; la primera fue en la izquierda.

La jugadora de 5’11” de estatura hizo rehabilitación y vino a tocar sus primeros balones en el verano, con la Selección Nacional en la Copa Panamericana, con el equipo de Javier Gaspar que consiguió la medalla de plata.

La jugadora está ahora agradecida de la Selección y de su enrenador, Patricio Chutney.

“Me ayudó un montón para llegar bien a esta temporada”, dio crédito.

Le ha ido tan bien físicamente a Victoriá que ha aguantado partidos de cinco sets de 82 balones.

“Eso es una locura”, reconoció la jugadora sobre la carga de trabajo que tiene.

Y espera que las rodillas y los hombros le sigan aguantando en los que resta de tres meses de temporada.

“Me siento saludable para seguir como arranqué. Me siento preparada para lo que viene”, dijo.

“Está saliendo natural el que me estén echando muchos balones. Es un equipo bien joven; soy la única senior en el cuadro. Cuando llega el momento del ‘clutch’, ahí es cuando me buscan”, dijo.