
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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El técnico de la Selección de Voleibol Masculino de Brasil, Bernardo Rezende, siente sumo orgullo cada vez que ve a su retoño, Bruno Mossa de Rezende, desempeñarse a plenitud con el combinado brasileño.
Bernardo, de por sí un ex jugador nacional que cosechó múltiples éxitos con el sexteto nacional de Brasil, se encuentra ahora como piloto del conjunto, y además de sus funciones como dirigente, también cumple, al mismo tiempo, con su función de padre.
“Nuestra relación es una normal. Es un chico tranquilo y muy maduro para tener 24 años”, destacó Bernardo a Primera Hora.
“Posee gran inteligencia,y también entiende la situación entre el entrenador y el jugador, padre e hijo. Sabe mantener ambas cosas separadas”, añadió el veterano dirigente.
Como jugador, Bernardo ganó múltiples competencias internacionales, incluyendo una medalla de plata en las Olimpiadas de 1984.
Bruno, en cambio, y con apenas 24 años, casi ha triplicado el total de medallas y galardones de la familia Rezende.
“¡Definitivamente tienen más logros como jugador que yo! Bruno ya está en un punto más alto que yo cuando era jugador. Sin embargo, creo que todavía puede mejorar mucho más. Ya lleva dos años como acomodador titular (2009 y 2010), y las competencias han sido muy duras en esos pasados dos años. Está al mando de un equipo muy distinto al que compitió en las Olimpiadas en Pekín”, enfatizó Bernardo.
“No obstante, Bruno entiende que el voleibol es un deporte de equipo y que se gana como grupo, y no con actuaciones individuales”, puntualizó Bernardo, uno de los dirigente es más exitosos en el mundo.