El negocio pudo más que la competencia
Las jugadoras de Juncos pusieron en balanza el tener mejores opciones de ganar versus asegurar el salario.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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CAGUAS. - Las Valencianas de Juncos estuvieron en dos aguas, por no decir en dos canchas.
Por un lado, las Valencianas querían jugar en Juncos sus partidos locales de la serie final ante las Criollas de Caguas.
Es natural que así lo quisieran.
“El grupo quería jugar en Juncos. Ya estábamos acostumbradas a Juncos, al aire, a la fanaticada”, dijo la esquina de las Valencianas de Juncos, Yarimar Rosa.
“Ha sido un factor. Nosotros tenemos buen récord en nuestra cancha. Hubiera sido muy distinto”, dijo la también esquina de las Valenciana, Millianett Mojica.
La fanaticada de Juncos también lo quería.
“Soy de Juncos y había gente muy molesta con la situación. Con jugar en Caguas están un poco menos molestos porque es más cerquita”, dijo la esquina Mojica.
Juncos jugó sus primeros dos partidos locales de la final fuera de su coliseo Rafael Amalbert. El primer partido lo jugó en el coliseo Guillermo Angulo de Carolina y el segundo esta noche en el coliseo Héctor Solá Bezares, de las Criollas. Ambos coliseos tienen mucha más capacidad para sentar fanáticos que la Amalbert, que tiene capacidad para 2,500 fanáticos.
El motivo para la mudanza es meramente económico, ha dicho el alcalde y miembro de la Junta Directiva de las Valencianas, Alfredo ‘Papo’ Alejandro. La Federación Puertorriqueña de Voleibol (FPV) también apoyó la movida de cancha para evitar que el público se quedara sin boletos.
Por otro lado, las jugadoras no quieren juzgar la movida de la gerencia de las Valencianas porque entienden que es beneficioso en la parte económica.
“Hay que entenderlo. Es una movida para saldar a las jugadoras. En ese sentido no nos podemos quejar. Así hay que jugar en donde sea. Nos hubiera gustado jugar en casa, pero se tomó una decisión y hay que respetarla”, dijo Rosa
“Por otro lado, entiendo la parte de la administración. Es una movida de dinero”, agregó Mojica, por su parte.
Ahora bien, la movida a la cancha de Carolina no rindió buenos dividendos. La gerencia de las Valencianas vendió allí menos de 1,000 boletos para el segundo partido de la serie, que fue ganado por Caguas. Seguramente, Juncos hubiese vendido más de 1,000 boletos en la Amalbert para el segundo juego de la serie.
La movida económica pasaba una prueba anoche, cuando Juncos jugaba el partido en Caguas.
Juncos iba a jugar inicialmente ese partido en el coliseo Roberto Clemente. Pero la serie final está tan dispareja -la serie estaba anoche 3-0 a favor de Caguas-, que Juncos decidió regresar el juego a su cancha. El domingo decidió mover el partido una vez mas, ésta vez a Caguas, luego de la franquicia, las Criollas y la FPV se pusieran de acuerdo.
Juncos tiene esta noche el control de la boletería de Caguas y esperaba entre 4,000 y 5,000 fanáticos pagando. Ese estimado lo dio Caguas temprano en la noche, a juzgar por la cantidad de boletos que tenía vendido a las 2:00 p.m.
Unos 5,000 fanáticos pagando equivaldría a $25,000 en boletos, lo que sería un buen negocio para un Juncos que se ha visto competitivamente superado por las Criollas.