El juego decisivo del Voleibol Superior Masculino de este sábado en el Auditorio Pachín Vicens trae a la memoria el clásico que jugaron allí en el 2007 las Criollas de Caguas y las Valencianas de Juncos del Voleibol Superior Femenino.

Dos datos refuerzan la percepción de lo que se considera un partido histórico: la producción en disco compacto de un documental sobre ese partido y el hecho de que la veterana voleibolista, Xiomara Molero, considera ese juego como “el mejor de la historia” en que ha participado o visto en su vida de 53 años.

Este sábado, los campeones defensores Caribes de San Sebastián y los Mets de Guaynabo disputarán en el “Pachín” el campeonato 2024 del Voleibol Superior con un partido decisivo, al que llegan luego de defender cada equipo su cancha local.

Y esa localía de Ponce con espacio para más de 10,000 fanáticos, recibirá ese partido de muerte súbita con marcados matices. Los Caribes, que representan el voleibol de la montaña y los Mets, embajadores de esa disciplina en la zona metro, tienen un precedente en el clásico Criollas-Valencianas 2007.

Molero era en el 2007 dirigente de las Valencianas, describió a este diario la magnitud de lo que vivió en la cueva leona en el clásico.

“Es el mejor juego de la historia”, catalogó.

“Y no es porque estuve involucrada como dirigente. Es porque no había vivido la experiencia de tener una casa llena en ningún coliseo a ese nivel del espacio que hay en el Auditorio Pachín Vicéns. Había tenido la cancha de Caguas llena. Igual la de Mayagüez. Había jugado en el Pachín. Pero de esa magnitud nunca”, explicó.

Además de casa llena, las Criollas y las Valencianas se extendieron a cinco sets en el juego decisivo y el parcial de muerte súbita se fue a los puntos extras. Fue todo un drama dentro de la cancha que finalizó por 18-16 en el quinto set.

El talento en cancha era de lo mejor: Eva Cruz, Karina y Sheila Ocasio, Michelle Cardona, Kim Willloughby, Lourdes Isern, Jetzabel del Valle, Yarleen Santiago. La lista sigue.

Juncos tenía entonces la espina de que no le permitieron jugar con dos refuerzos porque estaba por encima del tope salarial, mientras que a Caguas le permitieron traer para el juego decisivo a la refuerzo Willoughby. Juncos, que superó dos ‘championship points’ de Caguas, usó el lema “Juncos contra el mundo”, y también tenía en cancha a una Eva Cruz que daba la vida por vencer a las Criollas.

Fue un clásico, en todo el sentido de la palabra.

El presidente de entonces de la Federación Puertorriqueña de Voleibol, Carlos Beltrán, recordó el juego con estadísticas y un aviso de fracaso de parte de colegas que pronosticaron que Juncos y Caguas no llenarían el Vicéns.

“Todavía recuerdo la asistencia de 10,442 fanáticos”, contó Beltrán.

“Me dijeron loco, pero fue una decisión calculada porque las Criollas son un equipo de tradición y Juncos tenía hambre de su primer campeonato. Y la celebración del juego en Ponce fue impactante”, agregó.