Ponce. La historia volvió a repetirse. Por segundo año consecutivo, los Caribes de San Sebastián se proclamaron campeones de la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM) al vencer el sábado a los Mets de Guaynabo en lo que será recordado como un clásico séptimo juego que se definió en cinco sets.

Los marcadores del triunfo del Pepino, en el choque celebrado en el Auditorio Juan “Pachín” Vicens, en Ponce, fueron 25-22, 22-25, 25-23, 23-25 y 15-13.

De esta forma, los Caribes conquistaron el tercer título en la historia de su franquicia, después de haberlo ganado en 2023 y 1999. Asimismo, se convirtieron en el primer equipo que repite como campeón desde que Guaynabo hizo dicha hazaña en 2018 y 2019.

“Hoy ganó San Sebastián, pero yo pienso que hoy ganó Puerto Rico con la serie que se jugó contra un equipo como los Mets de Guaynabo. Terminar una serie en un séptimo juego en cinco sets es algo maravilloso, por eso te digo que aquí el que ganó fue el país”, expresó el dirigente de San Sebastián, Marcos “Chamo” Liendo, a Primera Hora al finaliza el partido.

“Estoy sin palabras. Yo soy la cara, pero detrás de mí hay un grupo de trabajo genial, donde la misión era una y estuvimos juntos en todo momento. La supimos pasar mal y recuperarnos. Yo pienso que el coraje y la unión que tuvimos en los momentos más críticos, como en el quinto set cuando estuvimos abajo, fue la diferencia”, abundó.

El esquina Pablo Guzmán fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Final. Jalen Penrose lideró la ofensiva de San Sebastián con 28 puntos, 23 en ataques, cuatro en bloqueos y uno en servicios directos. Le siguió Pelegrín Vargas, hijo, con 20, y Guzmán, con 14.

“Venimos convencidos desde el primer punto. Sabíamos que no iba a ser una batalla fácil. Guaynabo tiene un tremendo equipo al que le tenemos mucho respeto, pero teníamos que salir convencidos y con la victoria en mente. En lo personal, este premio significa mucho para mí. Desde el 2021, he pasado por lesiones, he jugado lesionado en finales, pero gracias a Dios me dio la salud para poder jugar una final saludable y ayudar a mis compañeros a ganar este campeonato”, dijo, por su parte, Guzmán.

En causa perdida, Inovel Romero anotó 24 unidades, 21 en ataques, dos en bloqueos y uno en saques. El novato Gregory Torres también se destacó con 23 tantos, 20 en ataques y tres en bloqueos.

El primer set fue uno sumamente cerrado en el que los dos sextetos intercambiaron la ventaja en numerosas ocasiones. Los Mets se fueron al frente, 12-10, con un bloqueo de Torres. Sin embargo, los Caribes respondieron con una corrida de cuatro puntos para alejarse en el marcador, con Pablo Guzmán dando candela en el servicio.

Poco después, Guaynabo empató la pizarra, 17-17, pero San Sebastián contestó con otro avance de cuatro unidades, con Johan León en el saque. Rafael Burgos detuvo el avance, pero los metropolitanos no capitalizaron y el Pepino se llevó el primero, 25-22, después de que un remate del brasileño Gianluca Grasso cayó fuera.

Al igual que en el primer set, el segundo fue reñido de principio a fin. Pero, en esta ocasión, siempre que los Caribes trataban de despegarse aparecía Torres con un ataque que volvía a poner en juego a los Mets. El opuesto, de apenas 21 años, fue la bujía ofensiva de la escuadra metropolitana en el último tramo del parcial, y los colocó arriba en el marcador, 20-17. San Sebastián intentó reducir el margen, pero Howard García erró un servicio y Guaynabo se fue al frente, 24-21. Guzmán mantuvo con vida al conjunto pepiniano, con un letal ataque, pero los Mets contrarrestaron con un remate de Grasso para sellar el parcial, 25-22, y así empatar el encuentro.

En el inicio del tercer set, ninguno de los dos sextetos encontró la manera de alejarse de su contrincante. Con el partido empatado 14-14, Vargas, hijo, hizo un relampagueante ataque que le dio la delantera a San Sebastián. Acto seguido, los Caribes aumentaron esa ventaja a dos puntos con un bloqueo de Ezequiel Cruz, que levantó de las gradas a la afición pepiniana presente en Ponce. Torres frenó el impulso del Pepino con otro de sus ataques.

El juego volvió a igualarse, 16-16, tras un remate de los Caribes caer fuera. No obstante, retomaron una vez más la delantera y nunca la soltaron.

Con Cruz sirviendo, San Sebastián tomó una delantera de 20-17, después de que este convirtiera un punto directo. Guaynabo se llegó a acercar por 23-22, pero Torres se quedó corto en la malla durante un saque y los Caribes cerraron el set, 25-23, con un toque de Pedro Nieves.

Los Mets se recuperaron en el cuarto parcial, donde liderados por Romero y Torres tomaron una ventaja de 19-15. San Sebastián trató de remontar al cortar la delantera a dos unidades, pero Torres detuvo el impulso del sexteto pepiniano con un remate. Aun así, el Pepino no se quitó y empató el set 22-22 con un ataque de Guzmán que superó las manos de los metropolitanos. Los Mets se fueron momentáneamente al frente, pero Penrose lo volvió a igualar con un remate que no pudo ser contenido por el conjunto guaynabeño.

Fue en ese momento que Romero se puso a los Mets en sus hombros al bloquear un ataque de los Caribes y luego rematar el balón para obligar un quinto y decisivo parcial.

En el arranque del quinto set, los Mets tomaron una ventaja de 5-3 después de un ataque de Grasso. Pero, ese margen fue borrado luego de que Torres errara un servicio. Aun así, ambos sextetos continuaron intercambiando la delantera por gran parte del último parcial.

Guaynabo llegó a estar arriba, 13-12. No obstante, San Sebastián remontó con dos ataques de Penrose y un remate que cayó de Torres afuera.

“Yo creo que el esfuerzo estuvo. Pienso que un séptimo juego de una final, que se terminó en cinco sets, pudo irse para los dos lados. Nos esforzamos, pero se fue para el Pepino y felicidades a ellos. Creo que nos faltó un poco más de concentración en esa parte final del partido para evitar que las emociones no nos hicieran fallar en el momento clave. Estuvimos ahí. Esa última jugada ya los videos están por ahí, fue buena y roce, pero ya no se puede hacer nada”, comentó Kevin Rodríguez, acomodador de los Mets.