Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Los Plataneros de Corozal le dieron 'picota' el miércoles a una larga sequía campeonil en la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM) al vencer a los Patriotas de Lares en la serie final.
Con un remate por la cuatro del refuerzo argentino Juan Pablo Porello, terminó la espera de 21 años para que la rabiosa afición corozaleña pudiera disfrutar de su octavo cetro nacional en la rama masculina.
Para el pueblo de Corozal, la celebración comenzó desde el mes de abril cuando las Pinkin se proclamaron campeonas en la Liga de Voleibol Superior Femenino (LVSF), de paso acabando con una racha de 24 años sin ganar el campeonato nacional. En femenino, las Pinkin son el equipo con más campeonatos en la LVSF al sumar 16, mientras en masculino, los Plataneros conquistaron el miércoles su octavo trofeo.
La última ocasión que ambas franquicias lleguaron a la cima del voleibol local fue en el 1984, y por ende, el miércoles Corozal se convirtió, oficialmente y por lo que resta del año, en la capital del voleibol puertorriqueño.
Para David Alemán, dirigente de los Plataneros, la satisfacción más grande del logro fue el darles a los fanáticos el campeonato.
“Yo trabajo para dar lo mejor de mí y agradezco la confianza que depositaron en mí. Como he dicho anteriormente, es una gran satisfacción el llevarle el campeonato a un pueblo de tradición en el voleibol como Corozal, y me enorgullece ser parte de esa historia”, indicó Alemán a PRIMERA HORA.
De hecho, Alemán explicó que uno de sus asistentes, Ernesto “Papo” Vázquez, ha sido partícipe de tres de los seis dobles copos que ha tenido Corozal, el único pueblo en ganar ambos campeonatos en un mismo año.
“'Papo' Vázquez ha estado en tres de esos dobles campeonatos, como dirigente de Femenino, dirigente de Masculino, y ahora como asistente. 'Papo' se lo disfrutó por completo”, subrayó Alemán.
Por su parte, Fernando Morales, colocador de los Plataneros y ganador del premio de Acomodador del Año y coganador del premio de Jugador Más Valioso de la serie regular, dijo que en Corozal se viven el voleibol y, por tal razón, el ganar los dos campeonatos es de suma importancia y un verdadero orgullo para sus fanáticos.
“Desde que llegúe a Corozal los fanáticos ya sabían en dónde había jugado, lo que había hecho, etc. Siempre hay personas en las prácticas y nos siguen a todos lados, tanto en Femenino como en Masculino. De verdad que se merecen este doble campeonato, son gente que saben, les gusta y siguen el voleibol”, enfatizó Morales.
“Nos llevaron en una pick-up en caravana, con escolta de la Policía, desde el coliseo (Rubén Rodríguez) hasta Corozal. Y ya en el desvío para ir al pueblo, en la gasolinera, nos estaban esperando muchas personas. Al llegar a la plaza había sobre 6,000 fanáticos esperándonos. Por la forma en que me trataron, ya yo me siento de Corozal. Me alegro por haber ayudado a llevarles el campeonato a los corozaleños”, añadió Morales.
Orgullosas las Pinkin
Por su parte, las Pinkin estuvieron representadas el miércoles en la figura de la colocadora y capitana del sexteto, Vilmarie Mojica, quien también se vivió el logro de los Plataneros en la final.
“Estoy bien contenta porque los muchachos lo lograron también. La fanaticada y el pueblo de Corozal nos respaldó en todo momento y se distinguen por eso, por ser bien apasionados por el voleibol. El miércoles reviví lo que nosotras sentimos al ganar el campeonato, pues fue algo muy parecido. El último juego contra las Criollas también fue en tres parciales y ya en el punto 24 sabías que te ibas a proclamar campeón. Me siento orgullosa y feliz porque hace mucho tiempo que no pasaba esto (el doble campeonato) y entiendo que se lo merecían”, sostuvo Mojica vía telefónica.
La también capitana y acomodadora titular de la Selección Nacional de Voleibol Femenino reiteró que capturar un doble campeonato es motivo de orgullo, tanto en lo personal como en lo profesional.
“Es una gran satisfacción, porque uno trabaja año tras año para darle el campeonato al pueblo y muchas veces nos quedábamos cortas. El equipo de este año sudó la gota gorda, pues luchamos la final contra las Criollas de Caguas, una franquicia fuerte también. El saber que ahora los varones también lo lograron es histórico y ahora uno también forma parte de esa historia. La fanaticada de Corozal es tan fiebrúa que ellos se lo gozan más que uno, y el saber que tú le estás dando esa felicidad al pueblo también es importante”, enfatizó Mojica.