Colegio San Ignacio: la dinastía de voleibol escolar que busca su quinta Copa Buzzer Beater seguida
Bajo la dirección de Edwin Meléndez, la institución ha dominado el campeonato nacional desde 2019.
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Durante los pasados años, el Colegio San Ignacio de Loyola se ha consolidado como el mejor programa de voleibol escolar en la isla, al ganar las últimas cuatro ediciones de la Copa Buzzer Beater en la categoría senior masculino.
En 2019, superaron al Colegio San José en la final; en 2021, al Colegio San Benito; en 2022, al Colegio Notre Dame; y el año pasado, a Bayamón Military Academy (BMA).
Actualmente, toda actividad deportiva organizada por la Puerto Rico High School Athletic Alliance (PRHSAA) fue paralizada, afectando a 27 academias debido a una decisión judicial adversa. Sin embargo, San Ignacio continúa preparándose como de costumbre para conquistar su quinto campeonato nacional consecutivo, ya que la decisión de la liga no afecta torneos externos.
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Tras haber sido clasificados número uno en el último Power Ranking de Buzzer Beater, los Leones de San Ignacio reconocen que son considerados los favoritos y estarán bajo los reflectores en la Copa, que se llevará a cabo del 7 al 24 de noviembre en el Coliseo Fernando “Rube” Hernández, de Gurabo.
En cambio, Rafael San Miguel, esquina y uno de los capitanes del sexteto, ve esa presión que conlleva ser parte del equipo tetracampeón como un privilegio.
“Yo pienso que la presión siempre va a estar al ser los que hemos ganado por mucho tiempo, pero yo pienso que la presión al final del día es un privilegio. No todo el mundo la tiene y tenemos que apreciar eso. Nosotros sabemos lo que podemos hacer. No hay ninguna duda entre nosotros que podemos ganar dando lo mejor en la cancha”, expresó San Miguel durante una visita de Primera Hora a una práctica del conjunto en la institución localizada en San Juan.
San Miguel, de 17 años, estudia en San Ignacio desde séptimo grado, pero no fue hasta décimo que se integró al equipo de voleibol de la institución. Desde entonces, se ha convertido en una de las figuras claves del sexteto.
Pero, el estudiante atleta destacó que a través del deporte de la malla alta se ha llevado numerosas lecciones que lo ayudan en su vida diaria fuera de la cancha.
“El voleibol me ha enseñado todo. El control de emociones, ser responsable, cuidar tu cuerpo, la alimentación… Todo eso, al final del día, se une y te hace tu vida entera”, compartió San Miguel.
Construyendo una cultura de campeones
Esto no es casualidad, pues es parte de la cultura que se ha implantado en el programa desde que Edwin Meléndez asumió la dirección del sexteto senior de San Ignacio en 2019.
“Nosotros tomamos el programa con mucha seriedad y pasión. Desde el primer día, hablamos del compromiso y la disciplina. Adicional a eso, desde que ellos entran en séptimo grado, se va formando una hermandad entre ellos que hace que tengan una buena química”, contó Meléndez.
“El éxito de los pasados años también tiene que ver con el tiempo de preparación que le damos a la temporada. Comenzamos un trabajo de preparación físico desde agosto. En ocasiones, se trabaja dos veces al día. En la mañana, la parte física y, en la tarde, la parte técnica para que ellos tengan una día de cómo el estudiante atleta debe trabajar para ser exitoso al otro nivel al tiempo que lo combina con la parte académica”, abundó.
Con Meléndez como entrenador, los Leones no han perdido un juego en la Copa Buzzer Beater, a pesar de que no han llegado a varias ediciones del torneo como los principales contendientes.
Al igual que San Miguel, numerosos estudiantes han desarrollado sus destrezas en el voleibol bajo la tutela de Meléndez. Algunos de ellos, que ya se graduaron de la institución, forman parte de programas en la NCAA como Antonio Feliciano (New Jersey Institute of Technology), Ricardo Ortiz (Springfield College) y Daniel Henwood (Ohio State), Jugador Más Valioso de la final de la Copa Buzzer Beater 2023.
“Para nosotros es un orgullo ver cómo se van desarrollando y creciendo. Ellos llegan aquí pequeños y flaquitos y salen grandes y con musculatura. La realidad es que ver cómo muchos de ellos están hoy día en programas en Estados Unidos nos llena de mucho orgullo”, dijo el técnico, quien también se desempeña en el colegio como maestro de educación física.
Con cuatro campeonatos nacionales en sus costillas y varios estudiantes compitiendo en la Primera y Tercera División de la NCAA, Meléndez, de 37 años, entiende que están construyendo una dinastía de voleibol escolar en la isla.
“Yo entiendo que sí (somos una dinastía). El programa está bien estable y gracias a Dios por los pasados tres años hemos alcanzado la final nacional en las tres categorías (senior, junior y juvenil), y eso es bien complicado. Con los jugadores que tenemos, se perfila un buen futuro”, opinó.
A diferencia de la pasada edición en la que dependían del colocador Daniel Henwood, Meléndez resaltó que este año no hay una figura principal, sino que la escuadra está compuesta por varios jugadores talentosos que se complementan entre sí.
Entre ellos se encuentran, los centrales Javi Sepulveda y Fernando Castello; el colocador José Méndez; Max Aponte, que cursa décimo grado; y el propio San Miguel.
“Este año tenemos mucha estatura y potencia. El equipo es bien fuerte en el área de bloqueo. Yo entiendo que tenemos las herramientas para repetir como campeones nacionales nuevamente”, comentó el dirigente.
Controversia llega a los tribunales
Meléndez, por otro lado, dijo que no podía ofrecer comentarios sobre la determinación de la PRHSAA por tratarse de una demanda de las familias de cuatro estudiantes hacia la liga.
Esta controversia llegó a los tribunales luego de que San Ignacio fuese castigado por la liga debido a un caso de inelegibilidad de un estudiante atleta que participó en los deportes de voleibol y de baloncesto durante el año escolar 2023-2024, a pesar de que no cumplía con el requisito de edad.
Al colegio se le confiscaron los partidos en los que el estudiante de octavo grado compitió durante el torneo de voleibol durante el semestre de agosto a diciembre de 2023. Además, la institución tuvo que pagar multas impuestas por la PRHSAA y devolver el trofeo del subcampeonato. Sin embargo, los padres demandaron a la liga cuando esta pretendía imponer una probatoria en todo el programa deportivo de San Ignacio, afectando a los estudiantes que participan en todas las disciplinas.
La jueza superior María Pérez Ortiz, del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, declaró ha lugar la demanda de los padres el pasado 9 de octubre para que cese y desista la intención de la PRHSAA de prohibir la participación de San Ignacio en la postemporada de la liga.