TORONTO – Aury Cruz es el rostro del voleibol puertorriqueño.

Su trayectoria lo confirma. Con 33 años, Aury lleva 18 años sudando el uniforme nacional y va camino a su undécima temporada seguida en una liga profesional del exterior.

Ha caminado una ruta que ninguna otra voleibolista del país ha completado en casi dos décadas. Y pensar que su primera pasión no fue el voleibol.

“Mi primer deporte fue el baloncesto”, confiesa la estelar jugadora del Equipo Nacional en estos Juegos Panamericanos.

“Soy bien fanática del baloncesto. Si me dan a escoger entre un juego de baloncesto y uno de voleibol, escojo el de baloncesto. Y mucha gente lo sabe”, prosigue con franqueza.

Aury creció admirando a su hermana Eva Cruz, que también combinó el voleibol con el baloncesto en su carrera. Incluso, Eva representó a Puerto Rico en ambos deportes.

En su infancia y adolescencia, Aury, igualmente, comenzó a combinar ambos deportes. Se inclinaba más por el voleibol por las oportunidades de viajar con las selecciones menores.

“La selecciones juveniles de baloncesto no viajaban mucho”, rememora.

Aún así, Aury tenía un deseo: conseguir una beca universitaria que le permitiera practicar ambos deportes.

Miró el programa de baloncesto de la Universidad de Tenesí con la reconocida dirigente Pat Summitt, pero había un detalle. “El programa de voleibol no era tan alto como el de Florida”.

En Gainesville, la Universidad de Florida sí contaba con buenos programas en voleibol y baloncesto. Era lo que Aury estaba buscando. “Pregunté y me dijeron que podía jugar baloncesto en el cuarto año”.

Aury aceptó. Pero al segundo año tomó una decisión. Se inclinó por el voleibol. “Veía que iba a hacer demasiado de agotador. Era mucho con la Selección y con el voleibol en la universidad”. Ese fue el momento que se olvidó del baloncesto y pareció ser una decisión acertada. El voleibol ha sido su sustento y puede asegurar que le permitirá retirarse en paz en el momento que lo decida en un futuro inmediato.

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“Es así”, confirma Aury, una de las atletas boricuas mejores pagadas en el exterior.

Aury brilló en el voleibol colegial (NCAA) y con su desempeño en el combinado comenzó a llamar la atención en el exterior. La jugadora debutó con apenas 15 años en el seleccionado. Así que tuvo una buena exposición desde temprano en su carrera.

Al año de terminar sus estudios universitarios, Aury se marchó a Europa sin un boleto de regreso. En el 2005 comenzó su carrera en Italia en la división II con el club Aire Tortoli. Esa experiencia le sirvió para exhibir su talento. Su carrera despegó con fuerza tras esa temporada.

Posteriormente llegó a Corea del Sur y España, antes de regresar a Italia con el prestigioso club Villa Cortese en el 2009, apareciendo por primera vez en la Liga de Campeones de la Confederación Europea y sumando tres subcampeonatos en la liga italiana.

Y en el 2013 saltó a la liga de Azerbaiyán con el reconocido club Rabita Bakú. Con el Rabita alcanzó un tercer lugar en la Liga de Campeones y varios títulos en la liga local. Allí militó hasta la pasada temporada.

Ahora decidió regresar a Italia con el club Novara.

Aury no fue la boricua que abrió las puertas en el voleibol europeo. Antes que ella, su hermana Eva jugó en España y Yarleen Santiago y Karina Ocasio en Italia. Pero sí puede decir que ha sido la puertorriqueña más establecida en Europa y con los mejores clubes. Fue algo que jamás soñó.

“Uno empieza en el deporte por una recreación. Luego se convierte en una pasión y después termina como un trabajo. Poco a poco he ido creciendo. Quiero demostrar que sí se puede y es el mensaje que le llevo a las más jóvenes”, dice.

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“Me gusta el reto de seguir aprendiendo y mejorando. Ahora voy a Italia y no seré la primera opción ofensiva como era antes. Tengo un rol de recibir y controlar el balón. Ese es mi trabajo”, agrega.

Con el seleccionado, Aury está inclinada a enganchar el uniforme del voleibol de sala en este ciclo. Lo único que le falta es una participación olímpica. Y próximamente tendrá su primer turno en el voleibol de sala para clasificar a Río de Janeiro 2016.

“Cuando se acabe el ciclo voy a tener 20 años en el equipo y ya he mencionado que será mi último ciclo olímpico. Quiero hacer otras cosas”.

Sin embargo, representar a Puerto Rico en otra disciplina del voleibol es una idea que pasa por su mente. Podría dar el salto al voleibol de playa. Es una posibilidad, según dijo.

“Me hicieron un ofrecimiento para que comenzara este ciclo, pero decliné porque sigo en el de sala y me gusta enfocarme en uno solo. Es algo que voy a pensar”, dice.

Y además de dar el brinco a la playa, hay otra idea ‘cocinándose’ en la olla que le dará otro giro a su vida. Y no será necesariamente fuera de las canchas.

¿Qué está pasando en los Juegos Panamericanos? 

“Estoy trabajando en una fundación que todavía no está operando. Quiero esperar el momento para prestarle mayor atención y la idea de una escuela y un campamento (de voleibol) en el 2016”, precisó Aury, quien hoy, jueves, enfrentará a Brasil en la semifinal en la búsqueda de asegurar la primera medalla del combinado en la historia de los Panamericanos.