El colocador Ángel Pérez dijo en repetidas ocasiones, desde la pretemporada, que los fanáticos debían esperar cosas buenas de los Mets de Guaynabo, equipo al que bautizó con el apodo de “la Banda de Rock”.

Y ciertamente los renovados Mets han sido una de las historias más positivas de la temporada 2012 de la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM) al encontrarse a una victoria de regresar a la serie final.

Sin embargo, una buena parte del éxito del equipo este año se debe a la labor de Pérez, quien fue reconocido ayer con el galardón de Jugador Más Valioso de la LVSM.

“Es gratificante y refrescante a la misma vez, pues ha sido un año duro; desde el año pasado que me lastimé (el hombro derecho) hasta que me operé en enero, no sabía si estaría listo para jugar y hubo dudas de si podría ser el mismo Ángel de antes, si podía readquirir mi nivel... ha sido un año de mucho trabajo y sacrificios, pero estoy contento de que el trabajo duro rindió frutos, y no por el premio, pues si aspirara a premios individuales, practicaría otro deporte, sino por la labor y el desempeño que ha tenido el equipo”, indicó Pérez a Primera Hora.

El acomodador nacional sufrió un desgarro del labro en su hombro derecho, que requirió una operación.

Su recuperación duró hasta prácticamente un mes antes de comenzar la serie regular en septiembre.

A eso se le sumó la incertidumbre de si los Mets jugarían este año y los cambios drásticos que sufrió la plantilla. Pero el equipo, reconstruido alrededor de Pérez, se colocó el miércoles a un triunfo de volver a la final, escenario que no pisaba desde la temporada de 2009.

“Definitivamente, estoy contento por recibir un premio así, pues son pocos los colocadores que reciben este galardón (solo nueve acomodadores han recibido la distinción desde el 1975). Es un paso importante, no solamente para mí, sino para el resto de los colocadores en la liga que se les está dando el crédito y el valor que se merece la posición, que es una de las más sacrificadas dentro del voleibol”, enfatizó Pérez.

Y como ha expresado en otras entrevistas, Pérez le dio entero crédito a la labor de sus compañeros de equipo, el cuerpo técnico y la gerencia por el reconocimiento que recibió ayer.

“Al principio dije que teníamos una bandita de rock, pero que íbamos a tocar bien. Este premio no es solamente mío, sino de los Mets de Guaynabo como organización, que se dieron la tarea de formar un equipo diferente a lo que se había hecho en años anteriores; de traer talento nuevo y joven con el hambre de probarse. Nadie nos daba para nada y pasamos por muchas dificultades, pero nunca nos quitamos y no perdimos nuestro foco de querer hacer quedar mal a la gente y que podíamos ganar con el talento nuevo”, puntualizó Pérez.

El colocador guaynabeño obtuvo 33 puntos en la votación para el galardón, superando al líder de anotaciones y colíder de ataques de la serie regular, Juan Figueroa (Patriotas de Lares), quien totalizó 29 puntos. El esquina de los Capitanes de Arecibo, Héctor “Picky” Soto, terminó tercero con 26 unidades.

Pérez les agradeció a muchas personas luego de ganar el premio.

“Le dedico este premio a mis padres, José y Milagros, y a mi señora Zuania Fernández, que estuvieron conmigo en los momentos más difíciles; a los fisioterapeutas Orlando Figueroa y Patricio Chutney, a mis doctores y mis compañeros de equipo, gerencia y cuerpo técnico”, subrayó Pérez.