Venció el cáncer para perseguir una carrera como atleta
Miguel Olivo Rivera fue diagnosticado con leucemia a los 15 años, pero actualmente tiene como objetivo competir en las Justas de Atletismos de la LAI.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La noción de claudicar ante cualquier desafío no tiene cabida en el pensamiento de Miguel Olivo Rivera.
Cuando a penas tenía 15 años, fue diagnosticado con leucemia, un cáncer que se origina en la médula ósea, lugar donde se forman nuevas las células sanguíneas. Los síntomas son causados por problemas en la médula ósea. A medida que las células leucémicas se acumulan en la médula, pueden sobrepasar en número a las células sanguíneas normales. Como resultado, un paciente que la padece puede que no tenga suficientes glóbulos rojos, glóbulos blancos ni plaquetas normales.
Olivo Rivera pasó un periodo de tiempo dentro de un hospital recibiendo tratamientos. En marzo de 2021, finalmente sale cuando los médicos certificaron que el cáncer estaba en remisión e inicia el proceso rumbo a uno de los grandes objetivos de su joven vida: correr en las Justas de Atletismos de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI).
“Siempre estuve bien calmado y confiado en mi situación. Nunca estuve preocupado. Si uno no es optimista, no va para ningún lado. La doctora me dijo que tenía una alta probabilidad de sobrevivir y eso me ayudó a crecer como persona”, compartió Olivo Rivera, quien forma parte del programa atlético de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Bayamón (UPRB).
Una vez recibió la aprobación médica, Olivo Rivera comenzó haciendo caminatas antes de trotar y finalmente a hacer carreras de media y larga distancia.
“Quería estar al nivel que estaba antes de que me diagnosticaron con leucemia, algo que me ayudó a aguantar el dolor mental para así esforzarme para llegar más lejos”, dijo.
“La situación me ayudó a madurar y crecer más rápido como persona. Me encantaría ser un ejemplo para otros. Mucha gente me han dicho que mi historia es de inspiración porque nunca decidí detenerme. Quizás otras personas no pensarían en correr de nuevo, pero traté y traté hasta que lo pude lograr”, agregó.
Olivo Rivera, de 18 años, todavía está definiendo cuál será su especialidad como atleta, pero afirmó que tiene varias alternativas.
“Estoy buscando todavía. Puede ser los 1,500, 800 o hasta los 3,000 metros. Por mi estatura y físico, los 3,000 metros con obstáculos es una posibilidad, pero estamos haciendo pruebas. No sé si pueda participar en el relevo o posiblemente los 800 metros. Sería bueno clasificar para las Justas, pero con calma porque no hay prisa”, sostuvo.
Incluso, tiene como objetivo representar a Puerto Rico en competencias internacionales.
“A largo plazo, quiero correr por el equipo de Puerto Rico. Sería un honor grande clasificar para las Justas y una vez termine la etapa universitaria seguir corriendo hasta una buena edad”, mencionó.
Para Olivo Rivera, el proceso que atravesó como adolescente lo utiliza para alimentar sus ambiciones.
“Me caí varias veces, estuve abajo y cada vez que caía trataba de levantarme y nunca rendirme. Lo importante es no detenerse, sino seguir. Quiero que me traten igual. La gente cambia y le cogen pena a uno, pero quiero ser una persona normal”, concluyó Olivo Rivera, quien estudia ingeniería civil en UPRB.