Un judoca argelino se quitó para no enfrentar a un israelí
Motivados por asuntos políticos, Fethi Nourine y su entrenador Amar Benikhlef vieron sus credenciales revocadas y fueron suspendidos por la Federación Internacional de Judo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Tokio. Un atleta de argelino de judo será enviado de vuelta a casa de los Juegos Olímpicos de Tokio luego de que se retirara de la competencia para evitar un posible enfrentamiento con un oponente israelí.
Fethi Nourine y su entrenador, Amar Benikhlef, dijeron a los medios argelinos que se retirarían para evitar un posible enfrentamiento de segunda ronda con Tohar Butbul, de Israel, en la división masculina de los 73 kg el lunes. Nourine se enfrentaría al sudanés Mohamed Abdalrasool en la primera ronda, y el ganador se enfrentaría a Butbul, el quinto sembrado.
El comité ejecutivo de la Federación Internacional de Judo (FIJ) suspendió temporeramente a Nourine y Benikhlef, quienes probablemente enfrentarán sanciones más allá de los Juegos Olímpicos, que comenzaron el sábado. El Comité Olímpico de Argelia retiró la acreditación de ambos hombres e inició planes para enviarlos a casa.
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La FIJ dijo que la posición de Nourine estaba “en total oposición a la filosofía de la Federación Internacional de Judo. La FIJ tiene una estricta política de no discriminación, promoviendo la solidaridad como principio clave, reforzada por los valores del judo”.
Nourine y Benikhlef atribuyen su postura a su apoyo político a los palestinos.
Nourine también se quitó en el Campeonato Mundial de Judo en 2019 justo antes de la fecha programada para enfrentarse a Butbul, que es un atleta de judo mucho más consumado que Nourine. Esos campeonatos mundiales se llevaron a cabo en Tokio en el Budokan, sede del torneo olímpico de judo.
El organismo rector mundial del judo ha sido firme en sus políticas contra la discriminación y ha apoyado firmemente el derecho de Israel a competir en los últimos años.
En abril, la FIJ suspendió a Irán durante cuatro años porque la nación se negó a permitir que sus combatientes se enfrentaran a los israelíes. La FIJ dijo que las políticas de Irán se conocieron cuando el exjudoka iraní Saeid Mollaei afirmó que se le ordenó perder en las semifinales del campeonato mundial de 2019 en Tokio para evitar enfrentarse potencialmente al campeón mundial israelí, Sagi Muki, en la final.
La FIJ calificó la política de Irán como “una severa violación flagrante de los estatutos de la FIJ, sus intereses legítimos, sus principios y objetivos”. La prohibición de Irán se extiende hasta septiembre de 2023.
La FIJ ayudó a Mollaei a partir hacia Alemania después de la controversia, y ahora representa a Mongolia. Competirá el martes en los Juegos Olímpicos.