El lunes en la noche, el múltiple medallista centroamericano y panamericano anunció, formalmente,  que le dará paso a la siguiente ola  de gimnastas que están encaminados hacia  representar a Puerto Rico en competencias internacionales.

Ramos conversó ayer con Primera Hora sobre el proceso de análisis, sus sentimientos y los planes futuros.

“Creo que para todo deportista de un nivel elite es difícil tomar la decisión. Uno respira, duerme y  vive por el deporte.  Cuando uno entiende que está satisfecho con los logros y con el tiempo que le ha dedicado,  está dispuesto a pasar la página”, dijo  Ramos.

¿Continuarás  ligado a la gimnasia?

“Me retiro como atleta, pero no del deporte. Soy juez internacional y eso abre las oportunidades de mantener  la  conexión con  la gimnasia. Además, abre las puertas para ayudar   a la nueva cosecha de atletas, como en su momento lo hizo Diego Lizardi quien comenzó como juez internacional, en el 2007 viajó a los  Panamericanos y nos ayudó a ganar la medalla de oro”.

Hace pocos meses, Luis Rivera también se retiró. ¿Conversaron del asunto?

“En los últimos momentos que tuvimos como atletas,  conversamos y las palabras que decía Luis eran las que yo  sentía. Era hora de desarrollarnos en el ámbito profesional, mirar a nuevos caminos. Luis será papá de gemelas y hacia esas cosas uno se encamina. Tengo 30 años, tengo mis estudios, le dediqué muchos años a la gimnasia y tengo mucha experiencia. Ahora le dedicaré tiempo a mi profesión en la arquitectura. Tengo la dicha de que el contratista Pablo Meléndez me abrió las puertas. Estoy aprendiendo de los que saben, así que manos a la obra. Me pongo melancólico y es inevitable. Estoy entusiasmado, pero son mixed feelings”.

¿Cuál es el mejor momento y la gran decepción de tu carrera competitiva?

“(Juegos Olímpicos de)  Londres 2012, sin dudas. Tuve muchos logros  y sin quitarle méritos a ninguno, Londres me cambió la vida. Me convertí en una figura importante. Sí me queda una espina por dentro porque estuve tan cerca de acariciar una medalla olímpica, pero no la obtuve. Tal vez mi punto clímax  también fue una decepción al no tener la medalla”.