¡Terminó la fiesta panamericana!
La boxeadora y medallista de bronce boricua Mónica González hizo la función de abanderada.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
PUBLICIDAD
Toronto.- En un espectáculo marcado por la diversidad cultural que distingue a la ciudad anfitriona, los organizadores de Toronto 2015 dieron el cierre oficial a los XVII Juegos Panamericanos.
La boxeadora y medallista de bronce Mónica González, quien se convirtió en un símbolo de tesón y perseverancia luego de su exitoso debut con la delegación puertorriqueña tras haber estado encarcelada, tuvo otro momento de gloria al ondear la bandera de Puerto Rico durante la Ceremonia de Clausura frente a cerca de 45,000 espectadores que llegaron al Rogers Centre.
La atleta la elevó alto y fue la única que no paró de moverla orgullosa en la tarima del Rogers Centre mientras duró el desfile de naciones. Fue una de las banderas que más alto bailó en el escenario.
Relacionadas
Poco después, una enérgica delegación boricua hizo entrada al recinto, con camisas azules y el elegante sombrero que utilizaron para la inauguración, liderados por una inmensa monoestrellada.
Los efusivos atletas -que desfilaron brincando y bailando- cargaban con pequeñas banderas de Puerto Rico que alzaban con entusiasmo. Los boricuas fueron de las pocas delegaciones cuyos integrantes desfilaron con banderas.
Más sobre nuestra cobertura desde Toronto
En una pantalla gigante colocada en el centro de la instalación, llamativas luces de colores recrearon distintos símbolos de las diferentes etnias que abarcan Toronto.
Esto fue seguido de un impresionante juego de luces en tarima que incluyó la proyección de rascacielos de la ciudad y una recreación de 65 pies de altura de la popular CN Tower con un breve espectáculo de fuegos artificiales.
“Hacemos cosas difíciles y ambiciosas y las hacemos bien. Y las hacemos a nuestro modo: como personas diversas, inclusivas, dinámicas y decididas. Es por eso que esta noche es más que una ceremonia de clausura. Es una celebración de victoria, su victoria… de todos ustedes”, expresó Saad Rafi, director ejecutivo de Toronto 2015, durante su discurso oficial.
“Gracias a los atletas que participaron en estos Juegos y que con su esfuerzo y dedicación, son ejemplo e inspiración para sus compatriotas y para todos los niños y jóvenes que aspiran a ser como ustedes. Vimos en Toronto a los mejores atletas de América y prueba de ellos es que se rompieron 87 récords panamericanos y muchos consiguieron la calificación olímpica para Río 2016 aquí en Toronto”, destacó, por su parte, el vicepresidente de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), Ivar Sisniega, poco antes de hacer la clausura oficial.
El alcalde de Toronto, John Tory hizo entrega de la bandera de la Odepa al alcalde de Lima, Perú, Luis Castañeda. Lima será la ciudad anfitriona de los Panamericanos en el 2019.
Luego de presentar varias imágenes y bailes tradicionales peruanos, el Coro de Niños de Hamilton cantó “Shine your light” mientras se extinguía la llama del pebetero.
Esto dio paso a las presentaciones musicales de la actividad. La primera que tomó el escenario fue la canadiense e intérprete de la canción oficial de Panamericanos, Serena Ryder.
La euforia en el público comenzó tan pronto Pitbull entró al escenario con su tema “Fireball”. Los espectadores se pusieron de pie y comenzaron a bailar sus temas. La recreación de la CN Tower regresó a la tarima, mientras las pantallas reflejaban un juego de llamas.
Echa Pa’lla y Give me Everything fueron los otros temas que pusieron la fogosidad en la instalación. Cuando terminó, los espectadores estuvieron un rato ovacionándolo.
El públicó continuó de pie y los gritos retumbaron por el recinto cuando llegó Kanye West al escenario. Contrario a Pitbull, el rapero no tuvo complementos visuales, estuvo solo en la inmensa tarima. Sin embargo, eso no fue necesario para poner a los miles de espectadores a cantar y disfrutar de cada uno de los temas.
Con su usual puntualidad, justo a las 10:00p.m., le apagaron el sonido al rapero, quien tiró el micrófono y abandonó la tarima, para dar comienzo al show de fuegos artificiales desde la CN Tower.
De esta manera, se completaron tres semanas tres semanas de deportes, arte, música y turismo en la ciudad más grande de Canadá.