Nota del editor: Segundo de una serie de entrevistas con personalidades del país sobre sus experiencias deportivas. Los artículos se publicarán los viernes.

Esta vez, le tocó estar al otro lado de la entrevista. Y para conversar sobre su pasión deportiva, llegó a la cita debidamente identificada: con una gorra de los Cangrejeros de Santurce en el béisbol invernal boricua.

Nos referimos a la periodista de Noticentro (Wapa), Sylvia Verónica Camacho.

Pocos, quizás, imaginan que la reportera -que lo mismo presenta con sensibilidad un reportaje de interés humano o encara con firmeza a un político del país- inició en el campo de las comunicaciones en la producción de partidos del Béisbol Doble A, aunque no tuvo un inicio auspicioso como atleta.

Traté de jugar voleibol, pero cuando venía me salía. Me gustaba bailar. Entonces, como no pude hacer deportes porque me daba miedo la bola, bailaba. Pero como era llenita, era de las gorditas de la clase y aunque bailaba bien, no cumplía con los requisitos para estar en la primera fila, así que me ponían en el medio

-Sylvia Verónica Camacho

Intentó practicar voleibol en la escuela, pero como le tenía miedo a la bola, decidió cambiar al baile, según cuenta.

Pero más adelante, el deporte volvió a tocar su vida.

Ya como productora, siendo una joven recién graduada de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras, Sylvia aprendió sobre los deportes en la marcha. Su conocimiento aumentó de forma exponencial cuando colaboró con el Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur) en la producción televisiva de varios eventos internacionales, incluyendo los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

De esto y más, conversamos con Sylvia en una apacible tarde en los jardines de Wapa Televisión, lugar donde ha laborado estos últimos años.

¿Practicaste algún deporte en la infancia?

“Traté de jugar voleibol, pero cuando venía me salía. Me gustaba bailar. Entonces, como no pude hacer deportes porque me daba miedo la bola, bailaba. Pero como era llenita, era de las gorditas de la clase y aunque bailaba bien, no cumplía con los requisitos para estar en la primera fila, así que me ponían en el medio”.

Si hubieras tenido la oportunidad de dedicarte a algún deporte, ¿cuál hubiera sido y por qué?

“Me gustaba el voleibol. Creo que el voleibol es un deporte activo y como era lo que daban en la escuela, era lo que tenía más accesible. Con el tiempo, ya de adulta, es que conozco que hay otros deportes, los llamados no tradicionales. Pero en esa etapa de mi vida no los conocía. De grande, cuando empecé a cubrir deportes, los especialistas me decían que mi cuerpo era para el levantamiento de pesas por mi estatura y mi anatomía”.

¿Tienes algún deportista favorito?

“Siempre fui fanática de deportes de conjunto. Nunca fui fanática de un atleta. Yo vengo de las personas que siguen los deportes de moda, y de repente, en un momento en mi vida empecé a colaborar con el Comité Olímpico de Puerto Rico, y ahí aprendí a respetar el deporte y a respetar las diferentes disciplinas”.

¿Qué nos puedes contar de tu etapa en el Copur?

“El Comité Olímpico de Puerto Rico llegó a mi vida en el año 2012, Londres 2012. Esa fue la primera vez que hice una producción para televisión de deportes de un evento internacional con una transmisión de 12 a 18 horas. Fue impresionante. De hecho, (el vallista Javier) Culson corría y se supone que fuera nuestra primera medalla de oro en aquel momento y la sorpresa de aquella vez fue Jaime Espinal en el deporte de lucha. De la mano de Elliott Castro, y de la mano de Carlos Uriarte aprendí a insertarme en ese mundo del deporte. Después vino Veracruz 2014 (Juegos Centroamericanos y del Caribe) y llegaron los tenismesistas, y me enamoré del deporte, de la familia Díaz y de Adriana (Díaz)”.

Adriana (izquierda) y Bladimir  Díaz (al centro), aquí acompañados de Melanie Díaz, están en República Dominicana. (Archivo / GFR Media)
La familia Díaz, representados aquí por Adriana (izquierda), Bladimir Díaz (al centro) y Melanie Díaz, han ganado la máxima admiración de la telereportera.

De esa época, ¿cuál es el recuerdo que más atesoras?

“El tenis de mesa. Porque tenía una familia de la montaña. Era un deporte familiar, venía de Utuado y eran unos niños y niñas. Nadie sabía quiénes eran ellos. Y en los Juegos Centroamericanos de Veracruz, el tenis de mesa fue la primera semana y de repente llegó esa lluvia de medallas y tú decías: ‘¿Quiénes son ellos? ¿De dónde vienen? ¿A qué se dedican?’… El país viró sus ojos para conocer a la familia Díaz”.

¿Cuándo la gente conoce que cubriste deportes, se sorprenden?

“Cuando se enteran de que hacía deportes para televisión como productora se sorprenden mucho. Yo empecé a hacer deportes por primera vez en WIPR como productora de los juegos de la Doble A todos los domingos con un grupo de técnicos que todos eran hombres y yo la única mujer. Aprendías porque aprendías, y aunque no te gustara el deporte – por trabajo y por respeto al trabajo- tenías que aprender. Pero me encanta el béisbol”.

Yo soy cangrejera de corazón, pero cangrejera de verdad. Nací un 22 de octubre en el Doctor’s Hospital, de Santurce. Me crié en la Parada 24, al lado de la Placita de los Pleneros, en Santurce abajo. Y de chiquita me llevaban al estadio Hiram Bithorn

-Sylvia Verónica Camacho

Háblanos de esa gorra que tienes puesta.

"Esta es mi gorra de Santurce, me encanta. Yo soy cangrejera de corazón, pero cangrejera de verdad. Nací un 22 de octubre en el Doctor’s Hospital, de Santurce. Me crié en la Parada 24, al lado de la Placita de los Pleneros, en Santurce abajo. Y de chiquita me llevaban al estadio Hiram Bithorn. Mi bisabuelo era de los Senadores y mi bisabuela era de los Cangrejeros, y me viví la época de 1995 con el famoso ‘Dream Team’ (en la Serie del Caribe con Carlos Delgado, Juan “Igor” González, y Roberto Alomar, entre otros). Yo apenas tenía 10 años. Me acuerdo de que cogíamos la guagua en la avenida Ponce de León y nos dejaba frente a Plaza Las Américas. Cuando empezó el Clásico Mundial de Béisbol en 2009, me acordó de cómo se vivían los tiempos en el Hiram Bithorn cuando estaba el ‘Dream Team’. Eso fue bien emocionante".

Sylvia Verónica dice que es Cangrejeras porque nació en Santurce.
Sylvia Verónica dice que es Cangrejeras porque nació en Santurce. (Ramón "Tonito" Zayas)

¿Hay algún deporte que nunca has entendido por más que te lo expliquen?

“Todavía me da trabajo entender el tenis. Cuando Mónica Puig estaba jugando en las Olimpiadas de Río 2016 (donde logró la primera medalla de oro para Puerto Rico) me dio mucho trabajo. Y todavía hoy lo puedo ver con grandes profesionales y todavía me pregunto: ‘¿Qué habrá sido eso?’. Me cuesta mucho trabajo”.

¿Cuál ha sido el suceso deportivo más emocionante que has vivido?

“Cuando el equipo de baloncesto de Puerto Rico prevaleció frente a Estados Unidos (Olimpiadas de Atenas 2004). Recuerdo que para ese tiempo las señales de las Olimpiadas para Puerto Rico eran muy pobres, y se empieza a correr el rumor de que Puerto Rico estaba jugando contra Estados Unidos en las Olimpiadas y le estaba ganando. Yo me acuerdo de que decía: ‘¿Cómo va a ser?’. Ese momento en que Carlos Arroyo hace con la camisa así (imita el gesto del jugador cuando agarró su camiseta y la sacudió)… puede sonar clichoso, lo recuerdo como si fuera hoy”.

¿Y un momento que hayas cubierto y que lleves en la memoria?

“Cuando Jaime Espinal gana su medalla de plata (en los Juegos Olímpicos de Londres 2012) en el deporte de lucha. No estaba en las proyecciones, y el compañero Gaby Acevedo estaba cubriendo los Juegos y nos llama desde Londres y nos dice lo que está pasando. Lo difícil del deporte de lucha era que no todos los colchones tenían cámara y era una lotería saber qué se podía transmitir y qué no. De repente estamos en una final con un muchacho que no estaba en las proyecciones. Yo estoy en el control de televisión, como todo el mundo en su casa, viendo a este atleta de San Juan que nadie sabe quién es, del Club Sparta ganando una medalla de plata -por encima del bronce de Culson- en el penúltimo día de las Olimpiadas. Esa emoción, ese orgullo dentro del desconocimiento y el asombro fue inexplicable. Yo decía: ‘Yo estoy trabajando esto’. Tú te sientes parte de la victoria y responsable de que esa señal de televisión porque alguien como yo estaba detrás de un control. Eso es superemocionante”.