El campeón peso pesado de Ultimate Fighting Championship estaba rebosante de felicidad tras defender su corona de forma exitosa ante el brasileño Junior Dos Santos al noquearlo en el quinto asalto de la pelea estelar de UFC-166 en el Toyota Center de Houston.

Pero su alegría quedó alterada el jueves cuando el Departamento de Licencias y Regulaciones de Texas le impuso una suspensión médica de siete meses alegando que Velásquez podría haber sufrido una fractura en su quijada durante la batalla con Dos Santos.

Según la entidad, Velásquez no podría regresar al Octágono de UFC hasta el 18 de abril.

Sin embargo, el propio Velásquez objetó tal suspensión durante el programa de UFC Tonight del jueves aseverando que no había sufrido tal lesión.

“Mi garganta está algo adolorida y estoy un poco ronco”, admitió Velásquez.

“Pero no hay nada malo con su quijada ni nada por el estilo”, agregó su portavoz Heidi Seibert al portal MMAweekly.com.

Según Heibert, Velásquez terminó su pelea y luego “se fue a una fiesta para comer y disfrutar con familiares y amigos. Hasta se ha ido de paseo con su hija al parque de diversiones. Él está bien”, dijo Heibert.

Tan pronto vuelva a tener luz verde para pelear Velásquez tiene pautado defender su campeonato ante el también brasileño Fabricio Werdum, un experto en Brazilian Jiu Jitsu que ha ganado seis de sus últimos siete combates, contando como sus víctimas a peleadores de renombre como Fedor Emilianenko, Antonio “Minotauro” Nogueira, Antonio “Big Foot” Silva y Roy Nelson.

Resta por verse si las expresiones de Velásquez y de su portavoz tienen algún efecto en alterar la suspensión asignada.

Por otra parte, Dos Santos, quien recibió mucho mayor castigo durante el combate, recibió una suspensión médica indefinida, solicitando que sea evaluado por un otorrinolaringólogo certificado antes de volver a acción debido a las lesiones sufridas en su garganta, nariz y oído.

Todos los peleadores de UFC suelen recibir, al menos, dos semanas de suspensión preventiva  de combate y/o entrenamiento luego de sus peleas. Solo en casos donde se ha visto castigo corporal notable se extienden las suspensiones a varios meses para salvaguardar la salud de los peleadores, requiriéndose certificación médica para poder combatir otra vez.