Super Bowl: un desafío entre dos equipos con marcadas similitudes y diferencias
Los Rams de Los Ángeles son un conjunto repleto de veteranos y estrellas establecidas, mientras que los Bengals de Cincinnati son los juveniles en pleno ascenso.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Los Ángeles. Hay una gran brecha que separa a las plantillas de los equipos que disputarán el Super Bowl el domingo.
Los Rams son un conjunto repleto de veteranos y los Bengals son los juveniles. Los Ángeles cuenta con las estrellas. Salvo Joe Burrow y Ja’Marr Chase, Cincinnati no tiene jugadores de mucho renombre.
El coach de los Bengals Zac Taylor trabajó bajo la dirección del estratega de los Rams Sean McVay, aunque Taylor le saca dos años más de edad.
Ambos equipos quedaron como cuartos preclasificados tras ganar sus divisiones, así que hay algunas similitudes. Quizás sean las diferencias las que acaben marcando, pues, la diferencia este domingo en el SoFi Stadium, que de paso es la nueva casa de los Rams.
Cuando los Bengals tengan el balón
Burrow y Chase conforman el dúo dinámico de Cincinnati. Ambos jugaron en LSU como universitarios y nada cambió cuando Chase, quien se perdió la campaña de 2020 por la pandemia de COVID-19, fue tomado quinto en el draft del pasado abril. Su efecto ha sido inmenso, con 13 anotaciones en 81 recepciones para 1,455 yardas en la temporada regular.
Desde luego, Burrow ha tenido una impresión similar. Tuvo foja de 2-7-1 en su año de novato, interrumpido por una lesión de rodilla. Su retorno fue sensacional, afirmándose como uno de los quarterbacks más certeros de la NFL. Acumuló 34 pases de touchdown y, en las tres victorias de los Bengals en los playoffs tras no conseguir ninguna desde 1991, Burrow ha completado 75 de 109 pases para 842 yardas y cuatro touchdowns, exhibiendo una tremenda facilidad para eludir rivales.
La clave para que los Rams puedan neutralizar depende del trabajo del asedio de sus linebackers. Cincinnati permitió 51 derribos del quarterback, la mayor cantidad en la liga durante la temporada, y 12 más en la postemporada.
Tendrán que parar de alguna manera a Aaron Donald, Leonard Floyd y el revitalizado Von Miller, MVP del Super Bowl de 2016. Si la línea ofensiva de los Bengals, con Jonah Williams, Isaiah Prince, Trey Hopkins y Quinton Spain, más la rotación de Hakeem Adeniji y el novato Jackson Carman, no responde, Burrow la pasará mal.
Si recibe la protección que le ha faltado con tanta frecuencia, el mano a mano entre Chase y el cornerback Jalen Ramsey podría ser épico. Pero Ramsey no estará siempre al acecho de Chase, quien puede filtrarse por cualquier ruta, y cuenta con formidables compañeros en los receptores Tyler Boyd y Tee Higgins.
En su séptima campaña profesional, el tight end C.J. Uzomah ha emergido como una carta de peligro, pero se lastimó la rodilla y está duda.
El running back Joe Mixon, tercero en la liga con 1,205 yardas por tierra, puede desgastar a las defensas, pero los Rams quedaron sextos contra el acarreo.
Cuando los Rams tengan el balón
Aparte de los canjes que incorporaron a Miller y Ramsey en la defensiva, los Rams ha reforzado ostensiblemente su ofensiva en años recientes. Se blindaron en el tackle izquierdo hace cinco campañas con Andrew Whitworth, vigente a sus 40 años.
Añadieron recientemente al quarterback Matthew Stafford, el running back Sony Michel y el receptor Odell Beckham Jr. Todos han contribuido, pero Stafford ha sido la pieza más importante.
Los Rams alcanzaron el Super Bowl de 2019 con Jared Goff, pero Stafford, en su 13ra temporada como profesional, está muy por encima. Después de languidecer con un mediocre equipo de Detroit por 12 años, ha sido el eje de los Rams esta campaña.
Nadie sabe responder mejor al ‘blitz’ que Stafford. Aunque puede lanzar pases imprudentes y perder el balón, también es capaz de asombrar con sus envíos.
Al igual que Burrow, dispone de uno de los mejores wide receivers de la liga, en Cooper Kupp. Los oponentes podrían poner a todos los 11 defensores para marcarle y de todas formas encontrará la forma de quedar libre. Su triple corona de pases recibidos le avala: 145 recepciones para 1,947 yardas y 16 touchdowns. Ha estado imparable en los playoffs, y este podría ser un emparajamiento desigual. Eli Apple, Chidobe Awuzie, Mike Hilton y Tre Flowers, los cornerbacks de los Bengals, tendrán las manos llenas.
Cincinnati es fuerte en la posición de safety con Vonn Bell, cuya intercepción de Patrick Mahomes dejó la mesa servidad para el gol de campo que selló la victoria en la final de la AFC, y Jessie Bates III. El grupo también deberá con los ojos abiertos para lidiar con Beckham, rejuvencido en LA y Van Jefferson (12).
Michel y Cam Akers, quien se recuperó rápidamente de un desgarro del tendón de Aquiles, se repatirán tareas en el acarreo. Pero este es un equipo que apuesta primero al pase, con piezas como Whitworth. El veterano de 16 temporadas tendrán que vérselas con Trey Hendrickson y el defensive end Sam Hubbard, notable ante los Chiefs.
Los Bengals carecen de un linebacker del nivel de Miller, pero Logan Wilson y y Germaine Pratt han aportado jugadas importantes en la postemporada.