Dos años y cuatro meses después que el huracán María dejara en deplorables condiciones algunas de las estructuras deportivas en Toa Baja, los fondos para reconstruir las mismas todavía no están disponibles.

Bernardo “Betito” Márquez García, alcalde de Toa Baja, explicó que continúa a la espera de que las aseguradoras, así como la Agencia para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) desembolse el dinero para darle luz verde a los trabajos para arreglar la piscina municipal, la pista y los parques de béisbol de pequeñas ligas.

“Los reclamos a la aseguradora, que en nuestro caso es Triple S y FEMA, ha sido un proceso bien lento. No obstante, eventos como el 10K Llanero Ruta del Encanto nos permite hacer alianzas público-privadas para mejorar las áreas con el poco personal que tenemos. En el caso del coliseo Antonio R. Barceló donde jugarán las Llaneras (del Voleibol Superior Femenino) hicimos una alianza porque no teníamos los recursos”, explicó Márquez García.

Desde la carretera 165 se aprecia el deteriorado estado del parque Héctor M. Ralat que originalmente tuvo un costo de $8 millones. En el mismo se llevaron a cabo torneos donde participaron equipos de la American Congress y la Pee Wee Reese, entre otras ligas. Partes del techo se desprendieron, lo que permite que agua y el sol aceleren el desgaste del terreno y las gradas.

Márquez García no precisó cuál será el destino final del parque Héctor M. Ralat.

El alcalde de Toa Baja Bernardo "Betito" Márquez sostuvo que no cuenta con el presupuesto para iniciar las reparaciones.
El alcalde de Toa Baja Bernardo "Betito" Márquez sostuvo que no cuenta con el presupuesto para iniciar las reparaciones. (VANESSA SERRA DIAZ)
El costo original para completar el proyecto ascendió a $8 millones y FEMA no ha aprobado el desembolso para las reparaciones.
El costo original para completar el proyecto ascendió a $8 millones y FEMA no ha aprobado el desembolso para las reparaciones. (VANESSA SERRA DIAZ)

“En el caso del parque de pelota y la piscina, son dos facilidades cuyas inversiones para ponerlas como estaban antes del huracán son millonarias. Ahí tengo que esperar cómo se dilucida FEMA porque nosotros no tenemos esos recursos. Son áreas que urgen, particularmente la piscina porque es un activo que nos hace falta, pero la realidad es que no puedo. Quisiera tener todo en orden, pero no tengo la capacidad financiera para hacerlo. Dentro de las cosas que podemos tener un control, estamos concentrando nuestros recursos”, dijo.

“Ante el rollo con los seguros, no nos hemos tenido, Hemos seguido haciendo más con menos. Es trabajar un poco fuera de la caja”, concluyó Márquez García.