MELBOURNE, Australia (AP) — Los veteranos se impusieron el jueves en el Abierto de Australia, donde las hermanas Serena y Venus Williams, además de Roger Federer, se aseguraron la lucha por otro título.

Así, tres jugadores que suman 46 títulos del Grand Slam y una edad de 106 años competirán en la final del torneo.

Serena Williams, número dos de la clasificación mundial y ganadora del torneo en seis ocasiones, abrumó a Mirjana Lucic-Baroni por 6-2, 6-1 en la segunda semifinal femenina del jueves, después de que Venus derrotara a su compatriota estadounidense CoCo Vandeweghe por 6-7 (3), 6-2, 6-3.

La única persona que se interpone entre Serena, de 35 años, y un récord de 23 títulos del Grand Slam es su hermana Venus, de 36 años, que es la tenista de mayor edad en alcanzar la final del torneo en la era moderna. También es la más mayor en alcanzar la final femenina de un major desde Martina Navratilova, que tenía 37 años y 258 días al llegar a la final de Wimbledon en 1994.

"Sentí que dependía de mí tener una final de las Williams", dijo Serena. "Sentí algo de presión al respecto, pero se sintió muy bien conseguir esa victoria".

Federer, de 35 años, es el jugador de mayor edad que llega a una final masculina del Gran Slam desde que lo lograra Ken Rosewall en la final del Abierto de Estados Unidos de 1974 a los 39 años.

Ganó a por 7-5, 6-3, 1-6, 4-6, 6-3 en una semifinal suiza contra Stan Wawrinka. Wawrinka ha ganado tres majors —el australiano en 2014, Roland Garros en 2015 y el Abierto de Estados Unidos el año pasado— en el tiempo que ha pasado desde que Federer logró su último título de Grand Slam, el de Wimbledon en 2012 con el que sumó un récord de 17 trofeos.

Wawrinka se rompió la raqueta sobre la rodilla en el segundo set. Antes del tercero necesitó un receso para recibir asistencia y salió con la rodilla derecha vendada. Entonces remontó para forzar el quinto set con Federer por primera vez, antes de una falta doble con la que cedió el quiebre decisivo en el sexto game.

Federer, de regreso en las canchas tras seis meses de descanso por una dolencia de la rodilla izquierda, no cometió ningún error en el cierre. El domingo se enfrentará al ganador de la semifinal del viernes entre Rafael Nadal, ganador de 14 majors, y Grigor Dimitrov.

Y ahora que está asegurada la final entre las Williams el sábado por la noche, aumenta la nostalgia por otro clásico Roger-Rafa el domingo.

"Independientemente de quién sea el rival, será algo especial. Uno irá en busca de su primer Slam (Dimitrov), o será otra batalla épica con Rafa", dijo Federer. "Lo único que me importa es poder ganar. No importa quién esté al otro lado de la red. Pero estoy consciente de la magnitud de un duelo contra Nadal".

La final femenina será la primera entre las hermanas Williams en Australia desde 2003, cuando Serena ganó el primero de sus seis títulos en Melbourne Park en lo que Venus ha descrito como una "batalla campal".

Venus vuelve a una final del Grand Slam por primera vez desde Wimbledon en 2009 y es un momento importante para ella, tras su lucha contra una enfermedad que le provoca fatiga desde que se le diagnosticó el síndrome de Sjogren en 2011.

"Todo el mundo tiene su momento de gloria", dijo Venus. "Quizá el mío lleva un tiempo en marcha. Me encantaría alargarlo. No tengo otra cosa que hacer, de modo que vamos a alargarlo".

Tras su victoria sobre Vandeweghe con su cuarto match point, se llevó las manos al rostro casi incrédula, antes de cruzar los brazos sobre su corazón. Después hizo una elegante pirueta sobre la cancha, con una gran sonrisa ante la ovación en pie del público.

La celebración de Serena fue más discreta tras su demoledora victoria en 50 minutos sobre Lucic-Baroni, de 34 años y que jugaba su primera semifinal en un torneo major desde Wimbledon en 1999. Williams dio un cariñoso abrazo a una mujer con la que sólo había jugado dos veces antes, ambas en 1998.

"Obviamente estoy muy orgullosa de Venus", dijo Serena. "Ella es básicamente mi vida y mi mundo. Estoy tan contenta por ella. Estar ambas en la final es un sueño hecho realidad".

Venus ganó el último de sus siete títulos de major en 2008 en Wimbledon. Ha perdido seis de sus ocho finales de Grand Slam contra Serena, y tiene marca de 11-16 en sus partidos contra su hermana menor.

"Cuando la enfrento en la cancha, siento que estoy enfrentando a la mejor", comentó Venus sobre Serena. "No es que yo crea que soy una cualquiera. Puedo competir contra cualquiera, pase lo que pase".

Serena reconoció que Venus es su adversaria más difícil.

"Nadie me ha ganado tanto como Venus", indicó. "Pase lo que pase, ya ganamos... una Williams ganará este torneo".