París, Francia. En un encuentro con los medios noticiosos luego de ganar este domingo la medalla de bronce olímpica en la instalación Champ de Mars, el luchador boricua Sebastián Rivera contestó preguntas de un medio estadounidense enfocadas en la decisión de Rivera de representar a Puerto Rico.

Rivera es nacido y desarrollado en Estados Unidos.

El atleta contestó con calma y seguridad.

“He visitado a Puerto Rico toda mi vida, cada ‘spring break’, cada tres meses. Dije ‘este lugar es increíble’. Para representarlos, viajaba a los campeonatos nacionales. Es un paraíso. Es un honor representarle”, contestó.

Rivera fue un reclutamiento del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur) que por una confidencia que supo sobre la ascendencia y nivel del atleta, dijo el presidente de la Federación de Luchas de Puerto Rico, Obed Santana.

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El último atleta boricua activo en las Olimpiadas París 2024, cerró la participación reclamando la segunda medalla de Puerto Rico en la justa.

Ese reclutamiento no ocurrió de parte de Estados Unidos, en donde el atleta compitió a nivel de clubes, escolar y universitario.

Rivera dijo a GFR Media que Estados Unidos lo subestimó.

“USA wrestling no me reclutó. Ante sus ojos, yo no era el mejor, pero aquí tengo una medalla”, dijo.

Rivera luchó aquí con calidad de medalla de oro, aunque se quedó con el bronce. Demostró aquí por qué es el vigente subcampeón del mundo. Ganó tres combates y perdió uno, siendo éste por 8-6 ante el eventual campeón, el japonés Kotaro Kiyooka, quien barrió el colchón con todos los demás contrincantes aquí.

El Copur sí tuvo un buen ojo con Rivera e hizo una visita a Rivera en el 2016. El que tuvo buen ojo fue el director del Departamento de Alto Rendimiento del Copur, Fernando Olivero.

La cosecha boricua a nivel olímpico incluye dos medallas de oro, dos de plata y seis de bronce.

Olivero dijo que la confidencia a la que hace referencia Santana fue un correo electrónico que recibió de parte de un coach, al que no nombró.

Y agregó que de inmediato le dio una visita en el 2016 al atleta que estaba entonces cursando su primer año en la Universidad Northwestern en Chicago. Ahí estuvo Rivera antes de transferirse y graduarse de la Universidad de Rudgers.

Abundó que fue el resumé de atleta juvenil lo que le llamó la atención, además de que el atleta ya demostraba cualidades intangibles en el colchón.

“Inmediatamente fue un sí la respuesta de Sebastián cuando lo fuimos a visitar junto a sus coaches. Lo que pasa es que se tardó en representarnos porque estaba comprometido y ocupado con las universidades. Pero, desde esa primera visita, nunca hubo duda. Su carrera juvenil en torneos en Estados Unidos era notable, con muy buenos resultados. A parte de que era desde entonces seguro de sí mismo y aguerrido”, dijo.