Sara Rosario, actual vicepresidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur), está muy cerca de convertirse en la primera mujer en presidir la institución que rige el olimpismo boricua.

Aunque no será hasta el próximo lunes o martes que anuncie oficialmente su candidatura, Rosario es la persona idónea para continuar con el proyecto que lideró David Bernier, recién nombrado secretario del Departamento de Estado del nuevo gobierno, según el consenso general de líderes federativos, miembros del Copur y atletas.

Ante lo que parece ser su inminente presidencia en el Copur, Primera Hora quiso adentrarse en el trasfondo deportivo y olímpico de una mujer que ha dedicado su vida a la institución.

“Siempre, desde la infancia –eran otras épocas donde uno jugaba con los demás amiguitos–, jugábamos de todo: béisbol, sóftbol, de todo. Siempre el deporte, por lo menos en esa parte de mi infancia, me gustó mucho”, dijo Rosario en entrevista en la Casa Olímpica, en San Juan.

La líder deportiva contó que, a pesar de practicar el voleibol durante sus años de escuela intermedia y superior, una vez entró en la universidad y comienza a trabajar a tiempo completo, “pues ya el voleibol no fue una prioridad”.

Pero el deporte iba a estar en su destino. En 1987 fue nombrada secretaria de la Federación de Ciclismo, puesto en el que estuvo hasta 1990.

“En el 1991, el señor Héctor Cardona gana la presidencia del Copur y entonces soy reclutada por él para comenzar a trabajar lo que es todavía hoy día la Oficina de Servicios Federativos”, narró Rosario, quien explicó que esta oficina se dedica a atender las necesidades de las federaciones que no contaban con suficiente estructura deportiva para coordinar sus actividades.

Diez años después, luego “de pasar por un suceso de quimioterapia y radioterapia –soy sobreviviente de cáncer de seno, Cardona me nombra jefa de Misión de la delegación. Para ese entonces yo estaba como ayudante especial del presidente y tuve el honor de recibir el nombramiento, lo que me convirtió en la primera mujer en ser jefa de Misión”, dijo con orgullo Rosario, quien ocupó ese puesto en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador 2002, en los Panamericanos de Santo Domingo 2003 y en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Una vez culminados los Juegos de Atenas, Rosario recibió un acercamiento de la Corporación para el Desarrollo del Deporte para dirigir las operaciones del Museo del Deporte en Guaynabo, cargo que ocupó desde noviembre de 2004 hasta el 2008. Sin embargo, su último capítulo con el movimiento olímpico estaba lejos de escribirse.

“Nuevamente llega el llamado olímpico de parte de David, para que lo ayudara en su intención de obtener la presidencia del Comité Olímpico. Comenzamos a trabajar en el proyecto sin ningún interés de volver al Copur”, indicó quien volvió a ser jefa de Misión de la delegación de Puerto Rico en los Centroamericanos de Mayagüez 2010, los Panamericanos de Guadalajara 2011 y las Olimpiadas de Londres 2012.

A pesar de que no estaba interesada en regresar al Copur, Rosario aceptó nominarse como delegada del interés público.

“Esa posición me llevó a obtener la segunda vicepresidencia del Comité Ejecutivo, y eventualmente David me hace un acercamiento para que regrese a trabajar en la parte administrativa”, sostuvo Rosario, con lo que se convirtió, hasta el día de hoy, en directora de la Oficina de Operaciones y Servicios de la institución deportiva.

Candidata de consenso

Una vez se anunció que David Bernier no se quedaría, como estaba pautado la pasada semana, en la presidencia del Copur, Rosario recibió acercamientos de los presidentes federativos, de atletas y muchas personas interesadas en que fuera ella la nueva presidenta del Comité.

“Ahí es que comienza a sonar el nombre del licenciado Carlos Beltrán, un excelente compañero de trabajo durante todo este tiempo, y el nombre de esta servidora, y uno comienza a evaluar. He trabajado aquí toda mi vida y lo que he hecho, la gente que me conoce sabe que lo hago con mucho cariño, con mucha pasión, me gusta estar pendiente de cuanto detalle”, explicó Rosario.

El consenso es que usted es la persona idónea para continuar con el proyecto.

Sí, al día de hoy todo tiende a indicar que sí, que soy la persona de consenso. Tengo el apoyo de la mayoría de los federativos. Nosotros sabíamos que esto no iba a ser una contienda, nunca lo vimos de esa manera, siempre que hablé con David y en las conversaciones que tuve con el licenciado Beltrán, entendíamos que nunca íbamos a ir a una contienda. El Comité Olímpico esa época ya la pasó, estamos en una época de unidad y entendíamos que el candidato que fuera, el que tuviera la aceptación de nuestros federativos, era el ideal, y así ha sido, por consenso, mucha conversación, mucha serenidad en estos días.

PH: ¿Qué es lo que le falta para dar ese último paso y anunciar su candidatura?

Me faltan conversaciones todavía. No he conversado con muchos delegados y con personas importantes, con personas claves dentro del liderato olímpico. Quiero escucharlos, quiero ver cómo ellos han visto realmente estos cuatro años, qué ellos esperan de cara al nuevo ciclo. Puedo tener algunas ideas, pero siempre soy una persona de consenso, siempre me gusta escuchar mucho a la gente, y estoy en esa etapa. Este fin de semana pretendo conversar ya con los pocos que me faltan, tener un plan de trabajo estructurado y ya poder hacer un anuncio final entre lunes y martes de la próxima semana.

Según Rosario, lo más importante será darle continuidad al proyecto que comenzó bajo el liderato de David Bernier en el pasado ciclo olímpico.

“Fuimos parte de un proyecto revolucionario que vino en estos pasados cuatro años. El Comité Olímpico no es lo que era. Desde que David llegó se han hecho cosas muy buenas, cosas distintas; tenemos el apoyo del pueblo, del público, que antes no teníamos de manera tan abierta. Yo creo que la experiencia que el pueblo vivió durante los Juegos Olímpicos transformó a mucha gente”, dijo Rosario, muy consciente del trabajo que tiene delante si, finalmente, se convierte en la próxima presidenta del Copur.