Málaga, España. Rafael Nadal mordió su labio inferior y fijó los ojos enrojecidos en las gradas. Junto a sus compañeros del equipo de España de la Copa Davis escuchó el himno nacional el martes, antes de lo que el zurdo de Mallorca — y todos los presentes — sabían que podría el último partido de su carrera.

Horas después que Nadal sucumbió 6-4, 6-4 ante el holandés Botic van de Zandschulp, la noche acabó con la despedida del campeón de 22 torneos del Grand Slam.

Holanda derrotó a los españoles en los cuartos de final. Y Nadal se marchó del tenis profesional.

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Durante una ceremonia sobre la pista, luego del partido, Nadal lloró sin parar, mientras el público coreaba incesantemente: “¡Raaafaaa!”. La pantalla mostró los mejores momentos de más de dos décadas de trayectoria.

El español Rafael Nadal devuelve ante el neerlandés Botic Van De Zandschulp en la Copa Davis, el martes 19 de noviembre de 2024, en Málaga, España. (AP Foto/Manu Fernández)
El español Rafael Nadal devuelve ante el neerlandés Botic Van De Zandschulp en la Copa Davis, el martes 19 de noviembre de 2024, en Málaga, España. (AP Foto/Manu Fernández) (Manu Fernández)

Y aparecieron en mensajes grabados de despedida varias figuras.

Entre éstas figuraron los rivales del grupo de los Tres Grandes, Roger Federer y Novak Djokovic, así como otras leyendas del tenis, como Serena Williams, Conchita Martínez y Andy Murray, lo mismo que astros de otros deportes, como el exgolfista español Sergio García o el exfutbolista David Beckham.

“Los títulos, los números están ahí, la gente probablemente sabe eso, pero como quiero ser recordado es como una buena persona de un pequeño pueblo en Mallorca que ha tenido la suerte de tener un tío que era entrenador cuando era muy pequeño”, dijo el deportista de 38 años, mientras la multitud agitaba banderas y seguía cantando en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena.

“He tenido una gran familia que me ha apoyado en cada momento. Solo un niño que siguió sus sueños, trabajó lo más fuerte posible para estar aquí. Al final mucha gente trabaja, muchos lo intentan todos los días, pero yo soy uno de esos que ha tenido la suerte y la vida me ha dado la oportunidad de vivir estas oportunidades por el tenis. Quiero ser recordado como una buena persona y como un niño que siguió sus sueños y consiguió más de lo que había soñado”.

El zurdo de 38 años había indicado antes de la serie que tenía que mantener a raya sus sentimientos, y que el objetivo de la semana era tratar de darle un título a su país. Tenía que dejar a un lado la idea del inminente retiro, que reveló el mes pasado con la advertencia de que se formalizaría tras este torneo de equipos.

Pero reconoció que las circunstancias le abrumaron.

“Ha sido un día emotivo, puede que sea mi último individual, así me he sentido”, señaló. “Por supuesto que las emociones con el himno nacional por última vez han sido muy especiales. Un poco de sentimientos encontrados, lo ha hecho más difícil”.

Rafael Nadal saluda durante un homenaje tras disputar el último partido en su carrera, el miércoles 20 de noviembre de 2024, en una serie de la Copa Davis ante Holanda (AP Foto/Manu Fernández)
Rafael Nadal saluda durante un homenaje tras disputar el último partido en su carrera, el miércoles 20 de noviembre de 2024, en una serie de la Copa Davis ante Holanda (AP Foto/Manu Fernández) (Manu Fernández)

Nadal al menos estaba de humor para bromear después de que la derrota ante el número 80 del mundo acabó su racha de 29 victorias consecutivas en individuales de la Copa Davis. La única otra mancha en su récord, que estaba en 29-1 al entrar el martes, ocurrió en su debut en 2004.

“Probablemente, ha sido mi último partido. Si nada raro pasa, perdí mi primer partido de Davis y pierdo el último. Se cierra el círculo”, dijo Nadal, cuya esposa e hijo estaban en las gradas.

La derrota de Nadal levantó el telón del cruce entre España y Holanda. Fue seguida por la victoria de Carlos Alcaraz, número 3 del mundo, por 7-6 (0), 6-3 sobre Tallon Griekspoor, el 40mo del ranking. Nadal animó desde el costado de la cancha.

Empatados 1-1 después de los individuales, la serie se decidió con el partido de dobles.

Alcaraz y Marcel Granollers perdieron 7-6 (4), 7-6 (3) ante Van de Zandschulp y Wesley Koolhof para terminar el día.

Cuando su partido terminó — con Nadal moviéndose hacia su izquierda pero sin poder colocarse en la posición adecuada y enviando un revés a la red — caminó hacia la red para un rápido abrazo con su oponente.

“Fue un partido muy duro de jugar”, dijo van de Zandschulp, señalando que idolatraba a Nadal mientras crecía.

En ciertos aspectos, y por breves intervalos, este fue, inequívocamente, el Nadal que van de Zandschulp — y tantos otros — recuerdan. La cinta blanca en la cabeza, marcada con el logo del toro rojo que Nadal hizo famoso. La cinta blanca envuelta alrededor de los cuatro dedos de su mano izquierda, que sostiene la raqueta. Las botellas de agua junto a su banquillo, colocadas en orden.

Clavó el ocasional ace en la raya. La ocasional incursión de saque y volea en la red. El ocasional martillazo por encima del hombro. Y, sí, el ocasional salto al gritar un “¡Vamos!” después de ganar un punto clave o cerrar un juego.

Pero también, para disgusto de Nadal y de la mayoría de los 9.200 espectadores, se vieron varios puntos donde parecía lo que realmente es ahora: un jugador mermado por el paso de la edad y las lesiones.

Su revés no siempre tuvo el mismo efecto devastador: sus 10 golpes ganadores desde el fondo fueron apenas la mitad de los 19 de van de Zandschulp. Su juego de pies y velocidad estuvo lejos de ser el ideal, en cierta media responsables de sus 26 errores no forzados.

Nadal simplemente no pudo dar lo mejor de sí, sin importar cuántos cánticos de “¡Ra-fa!” o “¡España!” o “¡Sí, se puede!” resonaron en la arena.

“En este momento de mi carrera no me puedo quejar mucho”, manifestó Nadal. “Pero no ha salido bien”.

Esta versión de Nadal viene de problemas de cadera, incluyendo una cirugía en junio de 2023, y problemas abdominales que combinados le limitaron a apenas 23 partidos en los últimos dos años. Tuvo una marca de 12-8 en individuales en 2024.

El partido contra van de Zandschulp — quien sorprendió a Alcaraz en el más reciente Abierto de Estados Unidos — fue el primer partido competitivo de Nadal desde principios de agosto en los Juegos Olímpicos de París. Allí perdió en la segunda ronda de individuales ante Novak Djokovic y cayó en los cuartos de final de dobles junto a Alcaraz.

Nadal y Alcaraz —a los 21 años, un campeón de cuatro grandes que es señalado como su heredero en España— practicaron juntos horas antes del inicio de la jornada.

La antesala de esta Copa Davis se enfocó en recuerdos y homenajes a Nadal, incluida una larga publicación en redes sociales de su rival y amigo Roger Federer.

Nadal será recordado por siempre por sus rivalidades con Federer y Djokovic como parte de los “Tres Grandes” del tenis masculino, un trío de talentos generacionales que dominaron el deporte durante gran parte de las últimas dos décadas.

Federer, ahora de 43 años, anunció su partida en 2022. Djokovic, de 37 años, sigue activo.

Los tres eran talentosos. Los tres tuvieron éxito. Los tres eran populares.

El atractivo de Nadal para los aficionados era tanto cómo jugaba en la cancha como la humildad que mostraba fuera de ella, lo que podría explicar por qué incluso había aficionados vistiendo el naranja que representa a Holanda que aplaudieron cuando fue presentado.

“Cuando escuchamos la noticia de que Rafa se retiraba, esto realmente se convirtió en algo especial, una oportunidad para ver al mejor deportista en la historia del país”, dijo Luis Julve, un estudiante universitario de 19 años que viajó desde Madrid con su madre y su tía.

Ellos y otros locales expresaron su amor una y otra vez, desde la estruendosa ovación de pie que recibió la entrada de Nadal a la cancha hasta la repetición después de la conclusión del partido. En un ejemplo de la ventaja de jugar en casa que se ve frecuentemente en este torneo de equipos — un alboroto propio del fútbol que la sobriedad típica del tenis — abuchearon y silbaron cada vez que el contingente de aficionados holandeses en una pequeña sección del nivel inferior intentó ofrecer ánimo a su jugador.

Nadal no pudo salir adelante esta vez.

“He intentado hacerlo lo mejor posible en pista, estar todo lo positivo que pudiese y con la energía correcta”, señaló Nadal. “No ha sido suficiente. Botic ha sido mejor que yo y enhorabuena a él”.