Rafael Nadal avanzó a la final del Abierto de Francia después de que Alexander Zverev se cayera durante un punto, se lesionara el tobillo derecho y dejara de jugar.

Un poco más de tres horas después del inicio del partido, Zverev corría hacia su derecha para perseguir una pelota cuando cayó. Su traje negro estaba cubierto de arcilla de color óxido e inmediatamente se agarró la parte inferior de la pierna derecha, gritando de dolor.

Un entrenador salió a atenderlo y Nadal caminó alrededor de la malla para ver cómo estaba Zverev también. Zverev fue sacado de la cancha en silla de ruedas.

Varios minutos después, volvió con muletas y dijo que necesitaba retirarse del partido.

Nadal ganó el primer set 7-6 (8). El segundo set también se dirigía a un desempate cuando Zverev cayó.