París, Francia. Puerto Rico y otras 205 delegaciones parecieron disfrutar en general el desfile por el río Sena, que fue el distintivo de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024 celebrada este viernes bajo una insistente lluvia.

Puerto Rico navegó por el Sena a bordo del bote Vedettes du Pont Neul junto a las delegaciones de Polonia y Filipinas y con un núcleo grande de los 49 atletas presentes en París. La lluvia comenzó leve temprano en la ceremonia que inició a las 7:30 p.m. de esta ciudad y fue aumentando en intensidad a lo largo de la ceremonia.

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El desfile comenzó bajo luz solar de norte a sur por el Sena. Concluyó en la noche.

El Jefe de Misión de Puerto Rico, Víctor Ruiz estuvo en el bote y dijo a este diario que el ambiente estuvo criollizado sobre el Sena.

“Estuvo espectacular el ambiente. Pusimos música de Puerto Rico en el bote. Estuvo todo superbién”, describió el Jefe de Misión.

Por el orden alfabético, el bote de Puerto Rico con sus navegantes de la letra ‘P’ –Philippines en inglés- ;fue de los últimos en completar el trayecto del desfile acuático de seis kilómetros de distancia, muchos de esos bajo lluvia.

Algunos atletas, de hecho, estuvieron bajo cubierta del bote para evitar la lluvia y algún efecto de ésta a tan cerca de competir.

La monoestrellada, cargada por Jasmine Camacho Quinn y Sebastián Rivera, lució alta sobre el bote en la toma de la televisión, captada casi al final del recorrido.

La delegación desembarcó y fue directo a los transportes de regreso a la Villa Olímpica, dijo Ruiz. El Jefe de Misión agregó que prefirió que los atletas fueran a la Villa para evitar los efectos de la lluvia en vez de permanecer en la ceremonia. Ruiz dijo a preguntas de este diario, que la impresión, en base a la cantidad de atletas en el área de transportación, fue que otras delegaciones hicieron lo mismo.

Para el espectador, la ceremonia de inauguración no dejó a nadie seco. De hecho, hasta los altos funcionarios del Comité Olímpico Internacional y del movimiento olímpico estuvieron bajo sombrillas.

La inauguración fuera de un estadio hizo que el público presente tuviera que seguir gran parte de la acción a través de las 65 pantallas gigantes distribuidas a ambas orillas del río. La acción en vivo que pudo presenciar fue cuando los botes pasaron frente a su vista. Todo lo demás, las interpretaciones artísticas, los mensajes del protocolo, con los funcionarios dando sus palabras bajo sombrillas, lo vieron por las pantallas.

Para crédito de los espectadores, pese a que toda la acción estuvo muy regada a lo largo del Sena como para seguir en vivo, resistieron la lluvia y se quedaron en sus lugares.

Permanecieron en sus lugares para ver a su ídolo del Mundial de Fútbol 2006, Zinedine Zidane portar la antorcha y pasar esta a otro grande del deporte, al tenista español Rafa Nadal, así como a la imponente Torre encenderse con un espectáculo de luces ‘láser’ en la noche.